Los fuegos artificiales en el Paseo de los Ingleses de Niza, al sur de Francia, eran la mejor forma para terminar la fiesta nacional que ayer celebraban los galos. Pero a las 23.20 horas el festejo por el Día de la Bastilla se convirtió en una pesadilla.

Un camión blanco, conducido por un desquiciado de 31 años, arrolló a una multitud que asistía a la conmemoración popular. La horrible embestida terminó con la vida de 80 personas y dejó cerca de 100 heridos.

De inmediato, numerosas ambulancias y fuerzas de seguridad llegaron al lugar, mientras las personas corrían en todas direcciones para salvar sus vidas.

Testigos señalaron que el conductor -que según documentos hallados en el camión, sería un ciudadano franco-tunecino- avanzó cerca de 2 kilómetros atropellando a quienes estaban en el lugar. El horror se apoderó de todos.

ATENTADO TERRORISTA

El delegado adjunto de la prefectura de Alpes Marítimos, Sebastien Humbert, aseguró que “ha habido disparos y el conductor ha muerto tiroteado” por la policía. Además, señaló que el sujeto transportaba granadas y armas en su camión.

El Presidente de Francia, François Hollande, convocó a un gabinete de emergencia. El Mandatario señaló en cadena nacional que “no se puede negar la naturaleza terrorista de este ataque, un nuevo ejemplo de la forma más extrema de violencia”. Agregó que el estado de emergencia decretado tras el ataque a París en noviembre pasado, sería extendido por otros tres meses.

El fiscal antiterrorista, François Molins, señaló que se estaba indagando la participación del Estado Islámico.

Esta tragedia se suma a otros atentados terroristas ocurridos en el país y en Europa en los últimos años.