Ángel es un adolescente venezolano de 17 años, en situación migratoria irregular, trabajador de delivery y el primer detenido en el caso del secuestro y homicidio de Ronald Ojeda.

Los detectives lograron encontrar al joven diez días después del delito y, en paralelo, hallaron el cuerpo del exmilitar venezolano, enterrado en una maleta a 1,40 metros y tapado por un radier de cemento, en una toma en la comuna de Maipú.

Con la formalización del adolescente, la Fiscalía pudo reconstruir algunos puntos claves que dan indicios de cómo habría sido planificado el secuestro.

Cómo fue el secuestro de Ronald Ojeda según la Fiscalía

Según constató La Tercera, todo habría comenzado la noche del 20 de febrero a las 11 de la noche. Fue ahí cuando el adolescente llegó a las inmediaciones del edificio donde el exmilitar vivía junto a su esposa y su hijo de seis años, en la comuna de Independencia.

Junto con otro involucrado, tomaron el rol de vigilantes y, dentro de un vehículo, se instalaron en un punto cercano al domicilio. También tenían la tarea de documentar el delito con fotografías.

Sin embargo, Ángel aseguró que no tenía idea de qué es lo que estaba pasando, ni de los planes de secuestrar a Ojeda. Frente al tribunal, su defensa declaró que uno de los involucrados lo invitó a “comer hamburguesas y fumar marihuana” y que incluso le habían reclamado por estar ahí.

De todas formas, ambos se quedaron en el auto hasta las tres de la mañana. Entonces, el acompañante de Ángel recibió una llamada, cortó y enfocó con su teléfono la puerta del edificio y sacó una fotografía de Ojeda siendo secuestrado.

El adolescente volvió a preguntar qué estaba pasando y, para callarlo, los delincuentes le ofrecieron dinero. No obstante, Ángel no habría aceptado. Este es uno de los puntos fuertes que la defensa está utilizando a su favor para argumentar que no participó directamente en el delito.

Los detalles que muestran un secuestro meticulosamente planificado

Los captores se disfrazaron de PDI, pero su primer obstáculo era el conserje del edificio, al que le mostraron una orden de detención falsificada para convencerlo de que la situación era “real”.

Una vez dentro del domicilio, intimidaron a la familia de Ojeda y se llevaron los dos celulares de la víctima. Un total de tres automóviles han sido identificados en el momento del secuestro. Uno de ellos, el de Ángel, quien fue captado por las cámaras de seguridad al momento de cargar bencina.

Pero la magistrada —cuya identidad se mantiene en secreto por protocolo de seguridad— no cree en la veracidad de las palabras de Ángel.

“Si él mismo sabía que su compañero tenía vínculos con el Tren de Aragua, ¿por qué acepta salir con él? ¿Por qué no sale del vehículo cuando ve lo que está ocurriendo, y por qué estos sujetos altamente preparados, que muestran una resolución judicial falsa, capaces de cautelar la participación de tres autos distintos en el hecho, le permiten a un desconocido permanecer en la operación?”

Además declaró: “Se trata de un delito cuidadosamente planificado, concertado, donde los miembros son parte de una organización altamente preparada y profesional”.