René Ariel Valenzuela Muñoz (31) amaba las bicicletas. Las cuidaba tanto que la noche del sábado fue asesinado en Puente Alto de un artero escopetazo disparado por un delincuente, que quiso arrebatarle su chancha montañesa roja favorita.

Hace dos años y medio que "El Cacho", como le decía con cariño su familia, trabajaba en la Viña Concha y Toro, ubicada en el sector de las Vizcachas. Algunas veces se iba al laburo a puro pedaleo, pero la mayoría de las veces la usaba para salir a recorrer distintos lugares con el "Gordo Iván", un compañero de pega.

Valenzuela se desvelaba por las bicicletas, incluso tenía tres mountain bike. Todas súper enchuladas.

"Él compraba una bici y luego le cambiaba y renovaba las piezas. Hacía verdaderas obras de arte", recordó su tía María Muñoz Pérez, que lo crió de potrillo.

PASEO

La tarde del sábado, tras llegar de su pega, como de costumbre salió a pasear con su amigo. Generalmente iban al sector El Peñón, detrás del Sanatorio "El Peral". Irónicamente, tras subir por una calle de tierra conocida como camino Palabra de Vida, el joven trabajador encontró la muerte.

Los jóvenes fueron hasta el descampado con unas chelas para calmar la sed provocada por el tremendo calor. Mientras se encontraban sentados, un sujeto se les acercó con una escopeta para intimidarlos.

Según el fiscal adjunto, Ricardo Alvarez, el hombre les exigió a ambos la entrega de las cletas. René Valenzuela forcejeó con el maleante y éste no se hizo de rogar: Le puso un plomo a quemarropa en pleno tórax.

Su amigo Iván salió detrás del ladrón, pero no le dio alcance: "Me lo mataron, me lo mataron", gritaba.

"Mi nieto era muy tranquilo. Era bien deportista. Le encantaba pasear en bici", señaló su tata Manuel Muñoz. Sus restos son velados en la parroquia Nuestra Señora de Monserrat. El asesino aún está prófugo.

Ronald Henríquez M.