"El Momo" ni se arrugó para clavar al ex CNI Pato Castro

Los fraudes, la persecución policial y los escándalos tienen marcada la vida de Antonio Mohamed Bathich Gómez, quien el miércoles volvió a caer preso, esta vez por una millonaria estafa contra una automotora de La Dehesa.

El "Momo" es sobrino del controvertido empresario Edgardo Bathich Villarroel, "El Rey de la Chatarra", quien se hizo conocido en los '90 por una millonaria defraudación tributaria.

El Toño, de 30 años, comenzó a tener problemas con la justicia en 2000, cuando fue investigado por tráfico de vehículos de lujo. Una de los estafados por Bathich fue el ex miembro de la CNI y creador de la financiera ilegal La Cutufa, Patricio Castro.

El capitán (R) del Ejército le había comprado dos años antes al "Momo" un automóvil Audi A6 rojo que luego regaló a su ex pareja, la actriz Carolina Arregui. El Audi, de 42 millones de pesos, se lo dejó afuera del Hotel O'Higgins con una romántica tarjeta. Sin embargo, el Servicio de Aduanas le incautó el lujoso bólido a la actriz luego de comprobar que lo habían metido en forma ilegal al país.

La confiscación del vehículo desató una investigación judicial que sindicó a Bathich como el principal financista de la banda de contrabandistas. Fue detenido y procesado por fraude al Fisco.

En el verano de 2004 Antonio Mohamed también fue procesado por asociación ilícita y estuvo preso en la calle 1 de la ex Penitenciaría, al verse involucrado con una banda de clonadores de tarjetas bancarias. En los enjuagues estuvo metida la espectacular modelo venezolana María Fernanda Ascanio Morales, con quien el "Momo" tuvo un idilio.

GOZADORES

La patota fue descubierta por las fiestas que organizaban sus integrantes en hoteles bacanes del barrio alto de la capital, cuyas millonarias cuentas fueron canceladas con tarjetas mulas, según estableció la entonces magistrada del 33° Juzgado del Crimen de Santiago, Eleonora Domínguez.

A LO DANDY

Policías que trabajaron en el caso dijeron a La Cuarta que la banda compró varios millones de pesos en ropa y accesorios de lujo y que fue capturada tras una fiesta en un hotel de la capital.

Bathich volvió a hacer noticia por el tiroteo que presenció en 2004 (nota aparte), y logró pasar corbata hasta mayo de 2007, cuando carabineros de Las Condes lo pillaron manejando en Padre Hurtado con Kennedy con una licencia que le habían cancelado en San Vicente, por conducir borracho. Por ese condoro el tribunal de Garantía sanvicentino lo tiene pedido para que cumpla 300 días efectivos en prisión.

CUALQUIER YAYA

"Momo" Bathich tiene condenas y al menos diez procesos pendientes en otros cinco tribunales del país, incluidos el  Juzgado de Garantía de Linares, el Octavo del Crimen de San Miguel y el 10°, 14° y 33° del Crimen de Santiago.

Las yayitas son por uso malicioso de instrumento público falso, estafa, fraudes aduaneros, hurto, asociación ilícita y receptación.

PERLA QUERÍA TODOTERRENO DE VEINTE MILLONCEJOS...

El caso que desde el miércoles tiene en prisión a Antonio Mohamed Bathich comenzó en septiembre de 2007, cuando presentó papeles falsos en una automotora para alzar la prenda de un jeep y poder comprarse un Gran Cherokee de 20 palos.

Apenas los ejecutivos de la Comercial Automotriz Comasa cacharon que Bathich había presentado documentación falsa, denunciaron la estafa y se querellaron contra el "Momo".

Según el fiscal José Villalobos, Bathich actuó en complicidad con el empresario argentino Hugo Gabriel Leonardi, ex amigui de Daniella Campos. Los peritajes de la policía civil establecieron que Bathich y Leonardi presentaron facturas falsas, firmas notariales juleras y cheques protestados a nombre de empresas de papel.

Leonardi estuvo preso y cumplió condena por la estafa que afectó a la automotora, pues también compró un vehículo Dodge de manera fraudulenta. Sin embargo, Bathich logró huir hacia la ciudad de Los Ángeles, Región del Biobío, y se arranchó en el fundo de su padre enfermo, Antonio Bathich Villarroel.

Mientras estuvo prófugo de la justicia, el "Momo" tuvo que cuidar a su progenitor hasta que falleció en 2007.

LE LLEGÓ LA NOCHE

Funcionarios de Carabineros buscaban a Bathich con una orden de detención entregada por el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago. Los operativos dieron resultados el miércoles, cuando lo pillaron en Mulchén.

El "Momo" se presentó en el tribunal esposado, con más guata que una foca y con un abogado particular que hizo enojar a la jueza, ya que hablaba más enredado que "El Poeta" y ni siquiera se sabía el número de la causa.

En su defensa, Bathich le echó toda la culpa a Leonardi, pero igual el fiscal Villalobos le formuló cargos por estafa, usurpación de nombre y uso malicioso de instrumento privado mercantil.

La jueza Ana Ethit dijo que el guataca representa un peligro para la sociedad, por lo que deberá esperar el juicio en la cárcel.

REGALÓN DEL "REY DE LA CHATARRA"

El sobrino regalón del "Rey de la Chatarra" es hijo de Antonio Mohamed Bathich Villarroel, fallecido en 2007.

Su abuelo Mohamed Bathich Malek fue un empresario sirio que llegó al puerto de Valparaíso en la década de 1920, cuando tenía 25 años. Se casó con María Villarroel Avendaño y del matrimonio nacieron tres retoños: Gilda, Antonio y Yamal Edgardo.

Este último se hizo conocido a comienzos de la década de los '90, cuando protagonizó diversos casos judiciales.

Edgardo Bathich (en la foto) fue detenido el 3 de junio de 1992 en el aeropuerto español de Barajas  junto a su primo, el traficante de armas sirio Monzer Al Kassar. En los mismos años '90 Bathich fue investigado por fraude tributario en la importación, venta y armado de motores de camiones, y se descubrió que su verdadero negocio no era ése, sino que la evasión de impuestos por casi 800 millones de pesos. Por lo mismo fue bautizado como "El Rey de la Chatarra".

El "Momo" Bathich siempre mantuvo una estrecha relación con su tío Edgardo. Prueba de ello es que el 19 de enero de 2004 los dos estaban en un lujoso departamento de avenida Los Leones junto a cuatro modelos brasileñas cuando tres pistoleros intentaron secuestrarlos.

Las garotas se estaban maquillando para salir a cenar con los Bathich cuando los hampones se metieron al fastuoso inmueble, de 400 metros cuadrados, para plagiar a Edgardo. Sin embargo, éste empuñó su arma y mató de un balazo en el cogote a uno de los hampones.

La balacera ocurrió en el mismo departamento en el que Edgardo Bathich se instaló a comienzos de los años '80 y desde donde levantó el millonario negocio de la chatarra y la importación de piezas de camión.

De ese episodio han pasado cinco años, en los que Edgardo Bathich ha pasado piola. El jueves ni siquiera fue a ver a su sobrino al tribunal.

Carlos Godoy S.

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