Joven explicó cómo planeó su estrategia y reveló que, de no ser por el llamado a Carabineros, la situación “hubiese pasado a mayores”.
Nuevos antecedentes se dan a conocer tras la detención de un sujeto de 21 años acusado de abusar sexualmente de su expareja.
Según información policial, el ilícito quedó al descubierto tras el desesperado llamado por parte de una mujer al 133. En el contacto telefónico, la afectada simuló efectuar un pedido de sushi.
A raíz de esta situación, funcionarios de Cenco derivaron el procedimiento al personal territorial de Carabineros, concurriendo efectivos de la SIP de la 2a. Comisaría Santiago Central, quienes se vistieron de repartidores de comida rápida para llegar hasta el domicilio ubicado en calle José Miguel Carrera. Allí, ingresaron al inmueble y detuvieron al sujeto.
En entrevista con CHV Noticias, la joven denunciante habló desde el anonimato y reveló que “yo pensé en decir sushi porque él, obviamente, no quería que llamara a Carabineros. Le pedí que fuéramos a comprar algo para comer y ahí él no quería salir, entonces yo dije que iba a llamar por teléfono”.
“Es mi expareja. Nos juntamos para conversar algunas cosas, pero hizo muy tarde y no se pudo ir, por eso se quedó”, explicó.
Amenazas
Consultada sobre las razones del quiebre, indicó que “era violento ya de antes”. Además, reconoció que de no haber llamado a Carabineros, la situación “hubiese pasado a mayores”.
Por su parte, la madre de la víctima denunció amenazas por parte de algunos familiares del detenido. “Estamos todos súper nerviosos, asustados, entonces queremos justicia y que la familia de él no nos siga molestando, porque nosotros estamos en un proceso donde queremos estar tranquilos, que él quede detenido y que la justicia se haga cargo”, rogó.
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