La pequeña Lizette se hizo famosa hace dos semanas cuando fueron difundidas algunas impactantes grabaciones caseras realizadas con un celular, donde aparece supuestamente "poseída por el demonio".

Según su mamá, el comportamiento de la chiquilla de 12 años era muy parecido al de la protagonista de la película El Exorcista, porque "tenía la carita desfigurada, hablaba en lenguas con voz de hombre, tenía la fuerza de tres personas, botaba espuma por la boca, me dijo que yo no era su madre y que nos iba a matar a todos".

Todo partió a hace un año y medio cuando Lizette comenzó a ver aterradores personajes que circulaban como Pedro por su casa a través de su pieza. Hombres, mujeres y animales negros.

Uno de los últimos episodios demoníacos habría ocurrido la madrugada del martes de la semana pasada y la víctima fue la madre, Doris Godoy.

"A las 3 el demonio quiso entrar en mí, me atacó, me produjo mareos, sentí fuego en el cuerpo, miedo, temor, ganas de vomitar y arrancar. Menos mal que pude resistir", explicó.

Un pastor evangélico, sacerdotes católicos, unos carabineros, religiosos judíos y algunos profesionales de salud mental han intentado ayudar a la niña, quien "gracias a Dios" desde hace diez días no habría sido poseída por el diablo, según contó su papa, Claudio Cordero.

La mejoría de la peque contrasta con un nuevo drama, que, según la familia, podría dejarse caer en los próximos días sobre su humilde hogar de la población Vecinal Sur, de El Bosque.

Con 14 años, Claudio es el mayor de los tres hijos del matrimonio compuesto por un obrero que se mantiene a duras penas gracias a algunos pitutos y una aseadora cesante.

El chiquillo llamó por cobro revertido al diario pop súper urgido y contó que la situación que les quitaba el sueño ya no era culpa del demonio.

El muchacho tiene miedo ante la posibilidad de que el Sename se lo lleve junto a sus hermanos a un hogar de menores por culpa de la complicada situación sicosocial que atraviesan.

Para cachar qué onda fuimos a conversar con el papá, quien ratificó el asunto.

El hombre aclaró que no es culpa de ellos los difíciles momentos que viven, cree que no son responsables de que "el demonio haya atacado a su familia" y los obligue a dormir amontonados en el living-comedor para proteger a la niña.

Claudio Cordero considera que sería una terrible salida que los separaran de sus hijos porque "ellos son felices con nosotros y esta posibilidad los angustia tanto como la presencia maligna", explicó.

Claudio dijo que unas asistentes sociales de la muni de El Bosque quieren llevarse a sus hijos a otro lugar, cuestión que fue tajantemente desmentida por los aludidos (loree al lado).

"Los niños estás asustados de que se los puedan llevar, andan espirituados y también tienen miedo de que a nosotros nos metan presos porque no queremos separarnos", juró el obrero.

Para evidenciar la mejora en las condiciones de sus cabros chicos, Claudio contó que el menor y el mayor ya entraron al colegio, y que la niña "poseída" está en tratamiento sicológico.