"Quiero expresar mis más sinceros sentimientos de perdón a la familia Güell Silva, que perdió a su hijo Martín Güell, producto del atropello del cual fue víctima por parte de mi persona".

Con esas palabras Roberto Angelini Reyna, quien el 18 de mayo de 2007, mientras conducía ebrio su Audi A3, atropelló y le causó la muerte al rugbista Martín Güell Silva, enfrentó el procedimiento judicial abreviado en el que fue sentenciado a tres años de cárcel bajo la modalidad de libertad vigilada.

"Jamás tuve la intención de matar a su hijo; fue un tremendo error haber manejado con alcohol y a exceso de velocidad. Nunca más podré volver a manejar tranquilo, el recuerdo de Martín Güell estará siempre en mi memoria", añadió Angelini en la audiencia que se realizó en el 4° Juzgado de Garantía de Santiago.

Señaló que "el ser el responsable de su muerte será un peso con el que deberé cargar por el resto de mi vida. Todo este proceso me ha hecho ver que como jóvenes no podemos seguir por este camino, debemos parar el consumo de alcohol y tomar conciencia de los riesgos que existen cuando se conduce en estado de ebriedad".

Dijo que la aceptación de los hechos tiene por objeto demostrar "mi arrepentimiento y mis disculpas por el irreparable daño y dolor causado".

A Angelini también lo condenaron a pagar 20 Unidades Tributarias Mensuales en cuatro cuotas, suspensión de la licencia por dos años corredero -lleva ya 258 días- y la pérdida del Audi.

PERDÓN

Guillermo Güell, padre de Martín, dijo que " él tiene que cumplir las sanciones que se le han aplicado y obviamente que como gente de fe, creyentes, el perdón lo tenemos que desarrollar".

El fiscal Rodrigo de la Barra explicó que Angelini conducía a unos 180-200 kilómetros por hora y que antes de la tragedía bebió con amigos en un club y una casa.