Crónica

El Rincón de los Canallas pide sus últimos santos y señas

Igual que un yoghurt, el popular restorán "El Rincón de los Canallas" tiene puesta la fecha de vencimiento. La famosa picada cerrará a principios de junio, porque instalarán un moderno edificio en el lugar.

Muy pronto el tradicional santo y seña "¿Quién vive, canalla?", para ingresar al boliche, resonará por última vez en San Diego 379.

En un acto de homenaje por el cierre definitivo de este local tradicional, un grupo de conspicuos canallas su reunió ayer en torno a un "roto sagüer" junto a Víctor Painemal, dueño del restorán y canalla mayor.

El subsecre de Cultura, Arturo Barrios, el ex intendente de Santiago Marcelo Trivelli y los concejales Ismael Calderón y Leonardo "Pollo" Véliz patalearon por el fin del pintoresco recinto y pitearon que la cultura no sólo está en los museos.

"En estos muros y pasillos hay una memoria imborrable", alegaron los comensales mientras se zampaban unos perniles con tintolio y recordaban junto a su anfitrión cómo aquel local fue refugio para los bohemios que le hacían el quite a los toques de queda durante la dictadura.

CLAVE

Al Rincón de los Canallas no se puede entrar sin saber el santo y seña, que desde la detención de Pinochet en Londres es "Chile Libre". Durante el gobierno militar la clave cambiaba diariamente y se transmitía piola por la radio Colo Colo.

Víctor Painemal lamentó emocionado el término de su picada, que funciona en un sitio arrendado. Sin embargo, aseguró que pretende trasladar el espíritu del recinto a un nuevo hogar.

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