El silencio del rey de España

Juan Carlos se retiró de las actividades públicas, tomando el irónico título de "rey jubilado".

Justo cinco años después de abdicar en favor de su hijo, Felipe de Borbon, el emérito rey Juan Carlos decidió ayer ponerle punto final a su vida pública como monarca de España, y entrar en una etapa de "rey retirado".

Dueño de una figura polémica por sus constantes salidas de madre en público, el hombre de 81 años de edad entró en la historia como el soberano que lideró la transición a la democracia en España tras el régimen de Francisco Franco.

Tras entregar el trono a su heredero, Juan Carlos no había tenido descanso en actividades de carácter oficial, en representación de la monarquía española. Se estima que en los últimos cinco años había participado en 120 actos, pronunciado 30 discursos y se había embarcado en 8 viajes internacionales, lo que según su confesión le paso la cuenta en la salud.

En total, ha sido operado 15 veces, varias de ellas por problemas del aparato locomotor, situación que pesó para pedirle a su hijo el retiro definitivo as contar de ayer. Y fiel a su estilo, el hombre encabezó su última actividad en una corrida de toros en la localidad madrileña de Aranjuez, hasta donde llegaron cerca de nueve mil personas.

Uno de los momentos que más se recuerda en Chile de las tantas visitas de Juan Carlos se produjo durante la Cumbre Iberoamericana que se desarrolló en Chile en 2007. En esa ocasión, el monarca no le tuvo paciencia al expresidente de Venezuela Hugo Chávez y lo increpó con la recordada frase: "¿por qué no te callas?"

Pero sin dudas, uno de los momentos más críticos de su gestión fue en 2012 cuando no encontró nada mejor que fotografiarse junto a un elefenate muerto en Botsuana, imagen que le costó el repudio mundial y que del alguna forma lo obligó a dejar el cargo que ostento desde 1975.

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