El temido ejército clandestino de Ucrania: así operan los partisanos que aterran a los soldados rusos

Se trata de una resistencia encubierta, que en varias ciudades de Ucrania, sobre todo en Melitopol, ha puesto en jaque a Rusia.

Melitopol es una ciudad ferroviaria ubicada al sudeste de Ucrania y percibida por los rusos como decisiva en su estrategia. De ahí que la hayan tomado apenas en el tercer día de su invasión, con una ruta que, todo indica, fue engrasada por los traidores ucranianos. Sin embargo, el control como tal sí que ha resultado mucho más complicado. Siempre parece ocurrir algo que lo impide: desde mayo han sufrido una serie de ataques que incluye un tren blindado destruido, una estación de radar volada, un mitin proucraniano y otras explosiones.

De hecho, en Ucrania aseguran que allí, donde operan sus partisanos, se ha matado a más de un centenar de soldados rusos tras las líneas enemigas en Melitopol. El alcalde de la ciudad, Ivan Fedorov, sin ir más lejos sostuvo que “nuestro pueblo está haciendo todo lo posible para que la tierra arda bajo los pies de los ocupantes”. Así, la ciudad se ha transformado, de una u otra forma, en una suerte de capital no oficial de la resistencia ucraniana.

Operaciones como las de los partisanos en Melitopol, sin embargo, también se han llevado a cabo en otros lugares de Ucrania. Por ejemplo, en Kherson, donde han atacado en docenas de ocasiones a una base aérea controlada por los rusos, o en Izyum, cuando una anciana, aparentemente amable y sin malas intenciones le regaló tartas a los hambrientos soldados rusos…, tartas con pinchos en su interior. Ocho acabaron muertos.

Esta resistencia clandestina, de la que no se saben muchos más detalles, está coordinada por una unidad de sus fuerzas armadas conocida como Fuerzas de Operaciones Especiales (SSO) formada en 2015 luego de algunos fracasos en el primer tramo de la guerra en el Donbás.

El trabajo, según explicó un antiguo operativo de la unidad, se divide en tres partes: acción militar, operaciones de apoyo y guerra psicológica. En concreto, dijo que “la SSO asigna a las fuerzas especiales la tarea de volar un puente, pide a los partisanos que dañen la vía férrea y hace que las psyops (operaciones psicológicas) impriman folletos para decir que estamos vigilando. Así que al final, sólo la mitad de las tropas se atreven a venir”.

Luego sostuvo que sus colegas prepararon partisanos durante bastante tiempo para una situación de esta índole. A ellos los define hoy como “simples personas locales, pero con un secreto”. Sin entrar en más detalles, dice que el entrenamiento, o parte de él, se puede encontrar en Resistencia total (1957), un manual de instrucciones de guerrilla ideado por los suizos para defenderse de un posible ataque de los países del Pacto de Varsovia.

Los partisanos, según Vladimir Zhemchugov, quien en su momento fue líder de varias operaciones de este tipo, son una mezcla de soldados profesionales y voluntarios, en una proporción de 60-40. También, ahora, cuentan con una red de depósitos secretos de armas, casas seguras y potenciales simpatizantes en todo el país, elementos que permiten mayor eficacia.

Rusia, en tanto, pretende acabar con la resistencia ucraniana aumentando las detenciones y los castigos demostrativos, aun cuando, según Ucrania y sus intercepciones, algunos soldados parecen comenzar a sentir miedo. “Todas las putas noches estamos luchando con grupos de distracción que entran en el pueblo”, le decía un ruso a un amigo en una de esas llamadas. “Algunos de nosotros ya estamos hartos. Nos largamos de aquí”.

Pese a que la resistencia de los partisanos ha conseguido algunas victorias, su verdadera prueba estará en una siguiente fase de la guerra: cuando lleguen suficientes armas desde Occidente, en Ucrania pretenden contraatacar para retomar el sur del país. La inteligencia local sugiere que tienen una gran ventaja gracias a este ejército clandestino, y prevén que Rusia no tendrá otra que batirse en retirada. Sólo queda esperar.

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