"No puede ser que a uno le arruinen la vida unos pendejos de mierda que no quieren trabajar", alegó indignado, pero sin poder ocultar su nerviosismo, el taxista Andrés Torres (62).

De acuerdo con la investigación policial, el hombre mató de un balazo a un delincuente que trató de cogotearlo arriba del taxi la noche del lunes, en Puente Alto. Asegura el pantalón arrugado que la familia del hampón lo tiene amenazado.

"Yo no tengo miedo. Ellos son los cobardes que atacan por la espalda, por sorpresa. Ellos se lo buscaron, no yo", explicó igual preocupado el chofer, quien lleva más de 20 años al frente del volante.

La fiscal Trinidad Steiner narró que aproximadamente a las 22 horas del lunes el finado Ricardo Fernando Pinto Vivanco (20) y su compinche, Jorge Cea (19), abordaron el vehículo de Torres cerca de la plaza de Puente Alto.

"Habíamos ido a robar un supermercado, pero los guardias nos echaron. El Ricardo no quería irse pato pa' la casa", señaló Cea en su declaración a la justicia.

CINTURÓN

Cuando la carrera que le pidieron a Torres estaba por llegar a destino, los antisociales le pusieron un cuchillo en el cuello y le dijeron que no se moviera.

"En el camino algo me pareció raro y me saqué el cinturón de seguridad. Cuando me querían quitar la plata salté fuera del auto y le disparé a uno. El otro salió arrancando", contó el taxista.

Torres portaba una pistola, inscrita a nombre de su señora, porque hace poco habían acuchillado a un colega. "Intuición", indicó.

Fue formalizado por homicidio simple y porte ilegal de armas, pero la Fiscalía indicó que todo apunta a una legítima defensa. Quedó con cana domiciliaria nocturna, pero se quiere puro cambiar de casa.

Pedro Robledo A.