En un lugar donde se respira fútbol, sorprende ver a una tierna oveja que pasta cómodamente mientras algunos cadetes, todos embarrados y descalzos, hacen adobe para las madrigueras de los conejos.

Es parte de la "Granja Alba", donde además se pueden encontrar chanchos, patos, gansos, conejos y gallinas.

"Todo comenzó en septiembre del año pasado, cuando hicimos la fiesta costumbrista con los jugadores del fútbol formativo. Trajimos a dos puercos para el juego del "chancho enjabonado" y al final se quedaron en el club porque a los niños les gustaba compartir con ellos, así que se convirtió en un premio para ellos venir a alimentarlos", cuenta al diario pop el profe de las series menores del Popular, Álvaro Saffa.

Además, el coordinador del mote soltó que surgió como una instancia para "seguir entregando valores como el trabajo en equipo, tomar responsabilidades fuera de la cancha y eso nos ha funcionado muy bien. El club aporta un dinero mensual para alimento y mantención".

Los encargados de mantenerla son los mismos jóvenes. "Cada categoría aporta a los mejores jugadores para alimentar a los animales y hacer cercas y madrigueras con adobe que ellos mismos fabrican. La idea es que Colo Colo no sólo sea la pelota para los chicos, sino que sea su casa y se identifiquen con su club más allá del fútbol".

Ante mansa iniciativa, el profe todo orgulloso comenta que "somos los primeros. Católica quiso imitar el huerto pero aún no lo hacen. Rodrigo Astudillo vino el año pasado cuando jugamos una de las semifinales del Campeonato Sub 15 y le encantó el proyecto, pero no cree que le autoricen una granja. Y ahora que está en el primer equipo menos".

Sobre los cracks del primer equipo, Saffa cuenta que "Gonzalo Fierro regaló dos conejos y Esteban Paredes el de ayer (miércoles), que le dio una hincha".

Para finalizar, el profe comenta que "Lo que más nos gusta es que cuando los niños vienen no están pegados en el 'wasap'. Aquí no sólo comparten, sino que se ríen con las cosas que hacen los animales".