“Estaba con la adrenalina full”: el relato del hombre que intentó evitar asalto en exclusiva tienda de Las Condes

Asalto en Las Condes.

Se trata de Jaime Arellano, gerente comercial en el local Sarika Rodrik, el mismo que el fin de semana ya había sufrido otro robo.

Durante las primeras horas de la tarde del miércoles, un grupo de delincuentes asaltó la exclusiva tienda del alta costura Sarika Rodrik, ubicada en Isidora Goyenechea, comuna de Las Condes. El pasado fin de semana ya les habían robado $400 millones.

A plena luz del día, y con transeúntes rondando, el violento delito fue captado por distintos celulares, registros entre los cuales destaca los aguerridos intentos de un hombre por evitar que los delincuentes concreten su plan.

Se trata de Jaime Arellano, gerente comercial de la tienda, quien recién en la noche pudo ver los videos. “Estaba con la adrenalina full”, confesó en conversación con LUN.

A sus 60 años, quiso evitar a toda costa que los antisociales escaparan en el BMW azul en el cual habían llegado. Primero, cuando se percató de que cuatro delincuentes iban a entrar al local, intentó sujetar las puertas por dentro, pero los sujetos lo derribaron y cayó de espaldas.

“Mi señora me retó toda la tarde”

Mientras los ladrones sacaban las prendas que pillaran, “me levante y salí de la tienda para poner las barreras del estacionamiento”, relató al citado medio. “Ahí vi a un quinto tipo que manejaba el auto, que empezó a echar marcha atrás”. Ante eso, Arellano tomó las barreras de fierro, se las tiró y le mandó una patada al carro.

Los testigo alrededor se escondieron donde pudieron, en tanto, el gerente comercial volvió a tomar las barreras y las lanzó a la calle frente al auto, en un intento desesperado por evitar su escape. El vehículo avanzaba y retrocedía, mientras esperaba que el resto de los delincuentes saliera de la tienda con el botín.

Cuando los delincuentes empezaran a subir la ropa el auto, “hasta me saqué el cinturón para pegarle un hebillazo a uno de ellos, pero otro delincuente me tiró de espaldas”. Luego, cuando intentó levantarse, “otro tipo me robó el celular del bolsillo trasero”. En ese momento, “el conductor se puso a disparar”.

Ya ante tanto peligro, “un mozo del restorán (Nolita) me agarró y no me soltó”, mientras que Arellano le pedía “suéltame, suéltame!”.

Tras todo lo ocurrido, reflexionó: “No medí las consecuencias”. Es más, “mi señora me retó toda la tarde, pero la adrenalina es así”. En conclusión, atribuyó su actuar a “el instinto”, porque “si veo algo raro, actúo, si veo que alguien está en problemas no escatimo”.

“Eso fue adrenalina pura”, remató, “me salió del alma”.

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