Quedamos en shock al saber que lo que gran parte de las personas que nos consideramos normales haciamos estaba mal, al leer en una publicación del sitio Gizmodo que la adorable y siempre bien recibida mantequilla de todos los días, en verdad no necesita ser refrigerada. Más aún, refrigerarla es sencillamente hecharla a perder.

Según explican en el sitio gringo, el tema es que a diferencia de otros lacteos, la mantequilla es un compuesto bastante complejo no tanto en receta, sino en consistencia y reacciones por temperatura. ¿Has notado lo desagradable que es intentar untar mantequilla recién salida del refri? Pues es porque sencillamente no debería estar ahí pues.  De hecho, tipos que aman la mantequilla como los gringos, tienen en su propio sitio de gobierno (Departamento de Agricultura) la explicación de que la mantequilla tiene grados, tipos de sabores y texturas que son solo posibles de apreciar cuando lleva al menos un par de horas a temperatura ambiente.

La recomendación es mantenerla a temperatura ambiente en un lugar seco y cubierta con un mantequillero o algo que no permita que le entre el aire (aumentando así el proceso de oxidación y la posibilidad de bacterias). Aparentemente la consistencia de la mantequilla y el hecho de que aún siendo crema, está (en su gran mayoría) pausterizada, son las que le permiten durar lo suficiente como para que una familia de 3 o 4 personas se la haga chupete.

Si lo haces así, según el sitio y dependiendo de la temperatura y la humedad del ambiente, una barrita de mantequilla puede mantenerse en perfecto estado un poco más de una semana, teniendo el mejor sabor que podría generar y manteniendo la textura que debería tener.