La persecutora antinarcóticos de la Fiscalía Sur, Orieta Galdámez, llamó la atención acerca de un hecho muy singular en la asociación ilícita de Los Cipriano, desarticulada banda dedicada al tráfico de drogas y liderada desde el penal Colina 2 por Pablo "Guatón" Quezada Lagos, quien permanece preso junto a su padre, Cipriano del Carmen Quezada Flores: El papel de las mujeres de la familia.

"Su participación es fundamental. A raíz de que el líder principal de la organización está rematado y cumpliendo condena por delitos de tráfico y otros, no podía operar sin la colaboración de terceros", indicó.

La presencia de féminas que trafican, coordinan, distribuyen y cobran la droga, además de guardar armas y municiones y usufructuar de los beneficios del ilícito, "es el motor de esta organización criminal", apuntó la fiscal.

El grupo recibió su golpe de gracia en un operativo que llevó el nombre del patriarca y que se realizó entre el 15 y el 22 de este mes.

En las diligencias fueron decomisados 212 kilos de pasta base y 1,2 de cocaína de alta pureza, los que fueron avaluados en 573 millones de pesos.

Según la policía, Los Cipriano fueron los delincuentes que introdujeron la pasta base en Chile en la década de los 80, especialmente en la población Santa Adriana.

SUPERPODEROSAS

Al referirse a la sección femenina de la banda, la fiscal sostiene que quienes se llevan las palmas son: Giovanna Marlenne Cabezas Leiva, la pareja del "Guatón" Quezada; Claudia Tapia Acuña (24), alias "La Guaya", su mujer de confianza y encargada operativa; Daisy Huerta Curihuentro, mujer del "Pelao" Andrés Navarro Haedo, número 2 de Los Cipriano, y María Cecilia Lagos Gatica.

En la investigación, todas ellas aparecen participando de manera activa en el tráfico de drogas, control de armas y lavado de dinero.

En esta última categoría también entra Catalina Castillo, mujer de Mauricio Eduardo Godoy Contreras, el "Guatón Mauri", quien aparece constituyendo la sociedad de radiotaxis Fusioncar, junto a Luis Alberto Castillo Martínez, otro coimputado.

TOP GUAN

"La Guaya" fue detenida en flagrancia por la PDI en la comuna de El Bosque el 15 de mayo, durante la transacción de 70 kilos de droga en compañía de Luis Castillo Martínez, tercer socio de Fusioncar.

Para la fiscal, ella es la top guan del lote y se dice que estaría enamorada del "Guatón" Quezada. Le obedece con la premura servil de una esclava y es tal el ascendiente que le confería el capo que solía saltarse la estructura e impartía órdenes, incluso a miembros de seguridad de la organización.

Cuando la mujer fue detenida el "Guatón" Quezada colapsó. Las escuchas telefónicas lo muestran fuera de sí. Perdió 200 millones de pesos y su mejor lugarteniente en una noche.

Ese día se comunicó con su mujer, Giovanna Marlenne, y la despellejó a garabatos. La culpó del desastre, le ordenó retirarse de la parte operativa y la mandó a "cocinar" (adulterar) la droga que quedaba con Daisy Huerta. El parcito se pasó dos días mezclando la droga con bicarbonato de sodio en calle Eduardo Frei Montalva 2911, hasta que la noche del 22 la yuta les cayó encima y las encanó hediondas a pasta base.

EMPRESARIOS DEL DELITO

El fiscal jefe de la Fiscalía Metropolitana Sur, Alejandro Peña, sostuvo que también se estableció que producto de la actividad ilícita la banda adquiría numerosos bienes y tenían empresas de fachada para justificar sus ingresos ilícitos.

Un equipo especial de la Fiscalía Sur y la PDI investiga esta faceta del caso.

En la misma causa fueron formalizados por infracción a la ley de armas y explosivos los delincuentes Óscar Medel Ramírez y Leonardo Matamala Muñoz.

EL "PATRIARCA"

Cipriano del Carmen Quezada Flores, el jefe de la familia, le enseñó todas sus mañas a su hijo regalón, el "Guatón" Pablo Quezada Lagos, quien en la actualidad dirigía la organización cómodamente instalado en una celda del penal Colina 2, con la inestimable colaboración de todas las mujeres de la pandilla.

BILLETE DE UN DÓLAR IDENTIFICABA A CLAN DELICTUAL

En medio del trámite de formalización por los delitos de tráfico de drogas, asociación ilícita y lavado de activos, el juez del 11° Juzgado de Garantía, Leonardo Varas Herrera, le pidió a Pablo "Guatón" Quezada Lagos que se levantara de su asiento para observar mejor su polera.

El narco se puso de pie y la mostró. La prenda está bordada con la imagen de un dólar gringo y es su regalona, su símbolo. Con ella se pasea orgulloso por los patios de Colina 2.

Para la Fiscalía Sur, este detalle de sastrería y diseño no es menor, ya que dicho billete es la marca registrada del clan. Con esa imagen su proveedor peruano marcaba los paquetes de droga que le enviaba a Quezada y Andrés Navarro Haedo.

Fue justamente este billete, por el lado de la pirámide y el ojo que todo lo ve, el que los detectives de la Brigada Antinarcóticos de la PDI encontraron en cada uno de los paquetes con pasta base y cocaína que fueron decomisados y que alcanzaban a vuelo de pájaro para unas 586 mil dosis.

CAEN COMO MOSCAS

En el último operativo fueron capturadas 14 personas -otras cinco ya estaban en la cárcel-, se allanaron 12 residencias y se decomisaron ocho vehículos de lujo, 50 celulares y otras especies relacionadas con el rubro.

En la mafia del narcotráfico, los buenos clientes son compensados con una atención personalizada (una marca de fábrica), más aún si la pandilla está formada por una familia con una larga tradición en el rubro.

Los Cipriano pertenecen a esta estirpe y son sindicados como los precursores del tráfico de pasta base en el país, utilizando como centro de operaciones la población Santa Adriana, en Lo Espejo.

DESCABEZADOS

Con bases satélites en las poblaciones Cuatro Estrellas y Las Encinas, también en el sector sur de Santiago, se vieron descabezados el Viermes Santo de 2001, cuando luego de un confuso incidente el jefe de la patota persiguió a balazos a sus rivales y una bala terminó con la vida del feriante Luis Contreras.

En el juicio, la magistrada María Olga Rojas, del 8° Juzgado del Crimen de San Miguel procesó por homicidio al viejo Cipriano del Carmen y absolvió al "Guatón" Pablo, que entonces tenía sólo 19 años y que, según testigos, en esa oportunidad intentó ultimar a Enrique Lorca, ayudante del comerciante asesinado.

Manuel Vega O.