Expertos llaman a evitar alarmismo por temible falla de San Ramón

La falla de San Ramón es un peligro geológico que por siglos ha acompañado a la capital, cruzando los faldeos precordilleranos desde el Río Mapocho por el norte, hasta el Maipo por el Sur.

Un fractura que suma en total 25 kilómetros de largo y 5 de profundidad, que ha puesto en vilo la seguridad de millones de santiaguinos, especialmente a quienes viven en los bordes del accidente geológico, que hace miles de años no presenta actividad.

De hecho, un reciente estudio de la empresa Geo Research aseguró que en caso de tener un sismo de importancia en ese lugar, serían unos 3 millones de habitantes de la capital los afectados, siendo la comuna de Las Condes la más complicada, con un 31,9% de su población expuesta, seguida de Peñalolén con un 22% y Puente Alto con un 18%.

Aunque no resulta una novedad que las comunas más cercanas a la falla serían las más afectadas, expertos pusieron paños fríos al tema, recalcando que un sismo en dicho lugar es muy improbable.

Según el geólogo y académico de la Universidad Mayor, Jorge Clavero, "la probabilidad de que ocurra un sismo asociado a la falla es totalmente bajo. Por los estudios geológicos que existen publicados hace pocos años, la falla se ha movido dos veces los últimos 18 mil años, y el último movimiento fue hace 8 mil. Así que la posibilidad de que ocurra en tiempo a escala humana es bajo".

Agregó que "se trata de un sistema de falla que está asociado al levantamiento de la cordillera. El segmento que ha tenido movimiento los últimos 18 mil años tiene una longitud en superficie de 15 kilómetros. Hay otro segmento que va más hacia el norte, que tiene 33 km de longitud. Los estudios que hay han estimado que la magnitud máxima de un sismo asociada a esta falla es de 7,5 grados".

ACTIVIDAD MILENARIA

El académico de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, Gabriel Vargas, y la profesora Sofía Rebolledo, realizaron el que es considerado uno de los más importantes estudios a la falla, que estableció que se encuentra totalmente activa.

"Lo que queríamos era detectar las evidencias de los últimos terremotos en la falla y para eso estudiamos un escarpe, un rasgo morfológico asociado a las manifestaciones más jóvenes de la actividad de la falla en el borde oriente de Santiago", indicó.

Vargas explica que "pudimos datar sedimentos con técnicas muy avanzadas, y ese conjunto de observaciones nos dio como resultado que esta falla ha generado por lo menos dos terremotos de magnitud 7,5 en los últimos 17 mil años, y el último ocurrió hace unos 8 mil años".

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