Corrupción y prácticas irregulares: qué hay tras el caso del fallecido ministro Marcelo Albornoz

Era uno de los tres jueces de la Corte de Apelaciones de Rancagua que fueron suspendidos de sus funciones para ser investigados por corrupción y prácticas poco éticas.

El suicidio del ministro, uno de los tres jueces de la Corte de Apelaciones de Rancagua suspendidos por acusaciones de corrupción e irregularidades, impactó a la opinión pública este miércoles.

El cadáver del magistrado fue encontrado en su casa de Rancagua, del sector El Manzanal. Esto ocurrió un día después de que la Corte Suprema anunciara la apertura de un cuaderno de remoción en su contra.

Albornoz enfrentaba el procedimiento de remoción del Poder Judicial junto a Marcelo Vásquez y Emilio Elgueta por tráfico de influencias, entre otras faltas a la probidad.

Según la información entregada por la Corte Suprema, la situación del ministro tenía tintes bastante ominosos: enfrentaba una investigación por haber pedido dinero a un imputado, influir en medidas cautelares, caer en delitos de prevaricación y enriquecimiento ilícito.

Prácticas corruptas y extrañas

De acuerdo a los antecedentes proporcionados por el informe de Rosa María Maggi, Albornoz habría solicitado a su amigo y doctor Luis Arenas Contreras la suma de $1.500.000 mientras este incumplía una medida cautelar.

Arenas estaba acusado por el delito de narcotráfico, evasión de impuestos y recibir dinero a través de cuentas de terceros para eludir el control del pago y obtener ganancias con la venta de recetas ilícitas.

El abogado defensor de Abornoz expresó su impacto por lo sucedido y declaró estar "desecho" por la noticia de su deceso. "Es una causa totalmente injusta, lamento que haya producido esto", fueron sus palabras en La Tercera.

El vocero de la Corte Suprema, Lamberto Cisternas, había reconocido que las faltas a la probidad por las que eran investigados "son graves" y "requieren las máximas sanciones".

Cabe mencionar que uno de los jueces investigados, Emilio Elgueta, ha sido objeto de teorías y conspiraciones tras el que la policía hizo en su oficina: una imagen del diablo, velas, figuras de demonios y más instrumentos de magia negra fueron encontrados en un cajón cerrado. Incluso la fotografía de de una exministra de la Corte Suprema llena de alfileres.

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