El macho alfa de "Animales", Sebastián Jiménez, llegó a botar espuma con la rabia que le provocó un chantete que durante 30 años se hizo pasar por veterinario.

Una y otra vez el profesional de la medicina animal revisa el video que deja en evidencia la mala práctica de Leonardo Lagos Verdugo y que se exhibirá el próximo domingo en el programa de Canal 13.

"La desfachatez que tiene este gallo y lo caradura que es me llama la atención y me calienta. Cómo es posible que lleve 30 años haciendo lo mismo", entra en cólera Lindorfo.

Tras recibir una denuncia sobre un patudo que engañaba a inocentes y repartía panfletos ofreciendo servicios a domicilio, el team del cocido animalista quiso hacerle la pillada.

Lo primero que investigaron fue si él pertenecía a la Unidad Veterinaria Móvil, como rezaba su propaganda.

"Él no trabaja para nosotros. Incluso nos copió un carnet de acreditación, pero en blanco y negro, y una vez recibimos una denuncia de que alguien inyectó a un perrito mal diagnosticado y terminó muerto", le respondieron.

Altiro el equipo de "Animales" intentó funarlo en terreno. Se chantaron micrófonos y cámaras ocultas, e incluso "Lindorfo" se escondió en una habitación contigua para escuchar las cabezas de pescado que diagnosticaba el mula, confirmar la denuncia y ayudar a la Brigada Investigadora de Delitos contra el Medio Ambiente (Bidema) de la PDI a capturar lo.

Una niña llamó al acusado y le contó que tenía un perrito cocker llamado "Lucky", que recogió de la calle y que necesitaba realizarle exámenes. Ese fue el anzuelo que el lobo con piel de oveja picó.

Según muestran las imágenes, el chanta ni examinó al cachupín y le diagnosticó sarna. Luego le ofreció un complejo vitamínico para seres humanos. Para más remate, le recetó dos vacunas: Una para la rabia y otra para la distémper.

Cuando la dueña del perro le pregunta si es doctor, Lagos Verdugo se ríe y no contesta. Sólo farfulla un "para considerarse 'dostor' hay que ser doctorado".

Justo en ese instante ingresaron los sabuesos de la Bidema y los pillaron chanchito.

Sebastián "Lindorfo" Jiménez contó a La Cuarta, la animalista, las alergias que le provocó el sujeto.

- ¿Se da mucho esto de los veterinarios chantas?

- Se da mucho más de lo que creemos. Es una lástima.

- ¿Se engrifó mucho con este caso?

- Cuando me preguntas del caso, me vuelvo a enrabiar. Hay gente que enloda una profesión maravillosa. Le hace un daño terrible a los animales y además a la gente porque los engaña y les saca plata. Como programa nos enrabia y nos enoja, porque animales son víctimas de un veterinario chanta que ejerce hace 30 años y que insiste que esto es verdad. ¡Molesta!

- ¿Tuviste ganas de encararlo?

- Tuve muchas ganas de encararlo, pero mi rol como veterinario es corregir las barbaridades que dijo. Si uno pone una inyección mal puede dejar cojo al perro y con exceso de vitaminas lo puedes intoxicar.

Los sabuesos de la  Bidema de la PDI no lo podían creer. Las imágenes muestran que en un interrogatorio policial  argumenta que "es un servicio que presto. Quiere que salga a trabajar".

Para más recacha, cuando le consultan si sabe que está haciendo uso ilegal de la profesión, contesta: "Yo no tengo claro nada... alguien que tiene esquizofrenia paranoica no tiene claro nada" ¡Plop!

Según Sebastián "Lindorfo" Jiménez, el tipo fue detenido por ejercicio ilegal de la profesión.