La Escuela de Adiestramiento Canino de Carabineros fue el punto de reunión para que una jauría de fieles y obedientes se disputara el cupo para ir al mundial de la categoría en Europa.

La invitación no era sólo para los canes policiales que arriesgan la vida en la calle vistiendo chaleco antipulgas, sino también para los mejores amigos del hombre que mueven la cola en la casa de sus amos civiles.

Los 35 coludos que llegaron acompañados de sus amos y adiestradores se lucieron en pruebas de obediencia, protección y rastro ante la drástica mirada de un grupo de jueces que evaluó que no se distrajeran mirando cachupinas o se tentaran con algún sabroso hueso.

Las razas que se lucieron haciendo sus gracias eran en su mayoría de descendencia europea, como el ovejero alemán y el pastor belga malinois, de los cuales 10 levantan la patita en comisarías y retenes de Chile.

Uno que sacó varios aullidos en la competencia fue el perro Bissen, al mando del cabo José Leal, que se tuvo que aguantar las ganas de hincar el colmillo en un jugoso filete con tal de pasar a la segunda ronda de obediencia.

También sacó varias sonrisas el fiel Thor, alias Zapatilla (en la foto), el que obedecía todas las órdenes del sargento Manuel Bastías, quien vestido de payaso lograba que el representante policial de cuatro patas hiciera unos malabares dignos de circo chino.

El ganador se llevó la ovación del público, los ladridos de sus coludos amigos, un saco de huesos y pasajes en primera clase al campeonato mundial de adiestramiento en Hungría donde tendrá que demostrar quien es el perro con más pulgas del mundo.