Con prohibición absoluta de acercarse a la víctima, la obligación de virarse con viento fresco de la pieza que compartían y la imposibilidad de salir del país quedó un peoneta acusado de golpear salvajemente a su mujer por el único pecado de copuchar con sus vecinos.

De acuerdo al relato del Ministerio Público de Iquique, la agresión se produjo en el sector de calle Los Gladiolos, cuando Félix Morales (28) llegó más cocido que botón de oro a la pieza que arrendaba junto a su pareja, de 27 años.

Debido al extraño razonamiento de los curados, Morales se habría indignado porque la mujer conversaba con los vecinos de la propiedad que ocupaban y habría comenzado a tirarle combos y patadas de puro jugoso.

Según la versión de la Fiscalía, en su furiosa pataleta el peoneta lanzó a la chiquilla contra una pared de pizarreño, que hizo tira, y luego la tomó del cuello y le colocó un cuchillo con la amenaza de matarla.

El irracional comportamiento que habría tenido el trabajador alertó de una a los testigos de la supuesta agresión, quienes sapearon el numerito a Carabineros. Los polis rápidamente lograron la detención del agresor.

Tras su captura, la fiscalía formalizó a Morales por el delito de lesiones en el contexto de violencia intrafamiliar, aunque en la audiencia el imputado aseguró que actuó en defensa propia, ya que había sido su pareja la que había intentado agredirlo con un arma blanca. La lola terminó en la posta.