Mientras Chile entero se pegaba la última patita de cueca el pasado martes 19 de septiembre, el plantel de Colo Colo se sacrificaba con un duro entrenamiento para preparar el encuentro de hoy frente a San Luis. El que se ve como el último tren para no bajarse de la lucha por el título.
Hasta ahí todo bien. Pero como en Colo Colo son mandados a hacer para fabricar problemas por cualquier cosa, radio ADN ayer filtró que el último escándalo partió a propósito que Pablo Guede se puso nervioso cuando vio instalada junto a una de las canchas del Monumental a la familia completa de Gonzalo Fierro.
¿Espías? Lo cierto es que al entrenador no le gustó la visita. Y según relatan los testigos de la escena, el DT llamó a terreno al "Joven Pistolero". El reto habría sido porque el jugador habría abusado de la confianza y privacidad que requieren sus tan exigentes prácticas.
¿Todo mal con Paredes?
De acuerdo a diferentes fuentes en el laboratorio albo, que obviamente no quisieron identificarse para no sufrir lo mismo que la familia de Fierro, fue tal el calibre del enojo del entrenador, que Esteban Paredes debió hacer valer la jineta y llamó al jefe a calmarse.
Pero de las palabras tiernas se pasó al latín vernáculo. El capitán acabó poseído como por el espíritu de Súper Taldo en una discusión con el técnico, al que ya pocos amigos le quedan en Macul, para ser bien sinceros.
Frente a tal escenario, ayer se esperaba que Guede diera su versión. Sobre todo como es costumbre que el entrenador hable en la víspera de cada partido.
Sin embargo, el ex adiestardor de San Lorenzo no concurrió a la sala de conferencias. En su lugar asistió Benjamín Berríos. Un juvenil que asoma como alternativa esta noche ante San Luis, donde Colo Colo se juega algo más que 3 puntos.
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