Ingrid Betancourt, la franco colombiana que estuvo seis años secuestrada por las FARC, es tan flaquita que basta una pequeña brisa para que vuele.

Sin embargo, en su visita en Chile demostró que tiene una fuerza interior tremenda y un cucharón de este porte, que hace imposible derrumbarla.

Estuvo en La Moneda junto a La Jefa, Michelle Bachelet, quien la postuló al Premio Nobel de la Paz y se deshizo en elogios. "Ella es un ejemplo de entereza, valentía y dignidad para todo el mundo y además representa de gran forma la causa de la paz. Ésa también es nuestra causa", verseó La Jefa para justificar la nominación al galardón.

Ingrid agradeció el lindo gesto: "Quiero decir que yo me siento chilena, porque ustedes también sufrieron. Michelle Bachelet perdió a su padre, pero supieron construir una  patria grande con la libertad del perdón. Quiero agradecer a todos los que rezaron por mi liberación. Y sobre esta nominación, me siento muy orgullosa y haré todo lo posible para ser merecedora de este premio en cada palabra y en cada acción que emprenda", dijo con  emoción antes de irse a un rico almuerzo con las ministras de Bachelet.

Ramiro García S.