Desde abril del 2014 que la “U” tiene a un hombre de peso en su directorio, literalmente. Claro, Carlos Heller no sólo destacó por su fanatismo bullanguero, su jineta y, sobre todo, su billetera XL. Además, su look era parecido al de Pato Rubio en su época de fofisano, pero multiplicado por cuarenta mil. Pero, en realidad, nunca fue tema pa’l presi del Chuncho.

Es cierto, Heller era “rico” incluso antes de que se le asomara su primer michelín, pero en términos financieros. De hecho, él mismo admitió que nunca se preocupó de la pinta. Por algo se chantaba camisas de su tienda retail y los trajes, en su mayoría, eran como tres tallas más grandes. ¿Dietax?x Nica. Eso contó al repasar el momento en que trató de sacar carné de vuelo y le pidieron bajar el kilometraje.

¿Perox?x Su sobrepeso no sólo le produjo problemas pa’ mirársela. Y más allá de romper un asiento en el estadio o la incomodidad por sus, al ojímetro, 120 kilates, Carlos Heller cachó que estaba poniendo en peligro su salud. Así, una operación a la espalda fue el inicio de su nuevo estilo de vida, con alimentación sana y ejercicios. Simplecito.

Ya la semana pasada el jefecito lució apolíneo en el Club Hípico, y ayer la sorpresa fue total en el CDA. ¡Papi con 14 kilos menos! Altiro el caracho se le vio chupado, el cuello más largo, la “totigua” menos inflada y quién sabe si se le notaban los oblicuos. Y así se presentó en la reunión de Azul Azul, donde uno de los temas a tratar fue el caso de Edson Puch.

Lo único que le está faltando es acostumbrarse a hacerle la cruz a las proteínas, evitar el efecto rebote, intensificar su rutina de ejercicios y, como datito, aplicar un fashion emergency en su vestimenta. Ahí sí quedará convertido en un churrazo.