Francisca San Martín (46) salió del anonimato de un chispazo y se convirtió en líder de los vecinos del campamento Baquedano, en Penco, luego que la noche del miércoles quemó dos paneles del que, se suponía, era su nuevo hogar: Una modesta mediagua.

La comerciante, mami de dos hijos y dirigenta vecinal, cuenta que hace dos meses que patea la perra y nadie la pesca. Dice que no aguantó más cuentos y quemó parte de su mediagua, en señal de protesta por las indignas condiciones en que viven ella y sus vecinos.

La mujer representa a más de 50 personas del sector Villa Esperanza y lo único que pide es que escuchen sus demandas. "Queremos que el terreno se arregle para que volvamos a vivir en nuestras casas que con tanto sacrificio conseguimos. Además, pedimos que las mediaguas sean dignas", pataleó.

Con pintura de guerra advirtió que la paciencia se acaba. "Puede haber movilizaciones más grandes con otros campamentos y estoy dispuesta a quemar otra mediagua conmigo adentro".

La ministra de Vivienda, Magdalena Matte, señaló que imaginaba que la señora "estaba muy desesperada".

El jefe del Ejército, José Miguel Fuente-Alba Poblete, dijo con los choros afuera del canasto que es "francamente lamentable que compatriotas nuestros se permitan quemar una disponibilidad de paneles e insumos que se requieren para la construccion de viviendas de emergencia".