Una nueva demostración de que el fútbol es vida y que ablanda los corazones más duros brindaron los cracks del Sindicato de Futbolistas Profesionales (Sifup) con los muchachos del Servicio Nacional de Menores (Sename).

Los peloteros agremiados visitaron el centro cerrado San Joaquín para compartir sus cachañas y rabonas con los cabros que se encuentran privados de libertad a la espera de ser llevados a juicio.

A la pichanga llegaron los ex futbolistas Alonso Zúñiga, Pablo Galdames y Frank Lobos, además de varios otros jugadores libres o sin club.

Por la Selección del Sename sacaron pecho el Huevo, el Negro John, el Argentino, el Turro, el Jason y el Chico Pato.

Este último dejó chiquitita la pelota y gracias a su talento el ex volante Alonso Zúñiga se comprometió a apadrinarlo para intentar meterlo a las inferiores de un club grande.

Frank Lobos, entre tanto, recordó que nadie está libre de pecado "y por lo mismo no dudé en venir a jugar con estos muchachos".

Lobitos es el actual entrenador de la selección de la ex Penitenciaría y prometió que este año su equipo llegará a la final del campeonato canero.

El 14-11 a favor del Sifup fue una anécdota ante tanto afecto, buena onda y las ganas de los internos por querer olvidar sus condoros -la mayoría robos- y rehacer sus vidas de la mano del deporte y del Tío Pancho, el "Entrenador de la Esperanza".

SUPERCAMPEONES LA PISAN Y NO SE CAEN EN LA COPA AMISTAD

Los cabros del centro San Joaquín del Sename se encuentran disputando la Copa Amistad 2012.

"Todos los días son 4 partidos los que se disputan entre los equipos de cada una de las 8 casas de este recinto", dijo a La Cuarta el encargado deportivo del lugar, Francisco Sepúlveda.

El Tío Pancho agradeció la visita de los teclos del Sifup y recordó con emoción las palabras de Gary Medel cuando declaró que "si no hubiese sido futbolista, hubiese sido ladrón o traficante".

"Con este partido los futbolistas le están devolviendo a la sociedad todo lo que les dio el fútbol, y mis muchachos agradecen ese gesto", dijo Sepúlveda.