Ni durante su funeral encontró la paz en esta tierra el delincuente Óscar Sáez Cayún (26), un asaltante y homicida domiciliado en la población La Portada de San Bernardo, que la madrugada del sábado fue ejecutado por sus rivales en el penal de Colina.

Sáez cumplía una condena de presidio perpetuo, la que se vio interrumpida cuando alguien le clavó un estoque en el corazón mientras se preparaba a degustar su desayuno de pan con chancho y tecito Orange Pekoe.

Tras ser velado ayer en su domicilio, un grupo de vecinos y ex amigos se unieron al largo cortejo que debía culminar con el entierro del pato malo en un cementerio de La Florida.

ESCOPETAS

Pero como las cosas hay que hacerlas bien y el bellaco merecía un homenaje, el cortejo pasó frente a la ex Penitenciaría, donden Óscar tenía muchos amigos y dolientes. Frente al penal los ocupantes del Toyota Yaris WK 5833, le rindieron un póstumo homenaje con una salva de artillería. Dispararon 21 cañonazos y gritaron consignas en su nombre. Desde otros vehículos también se efectuaron honores de reglamento con escopetas recortadas y fuegos artificiales.

Como el común de los funerales no se realizan de esta forma, personal de la 30a Comisaría de Radiopatrullas persiguió el Toyota hasta que lo alcanzó en la intersección de Punta Arenas y Américo Vespucio. En el lugar fueron capturados Eleodoro Magaña Montecinos (31), Pablo Esteban González Alvarez (33) y D.M.S.A. (17) quienes fueron puestos a disposición del tribunal por los delitos de porte ilegal de armas, municiones, y otros delitos.

En el automóvil se encontró un revólver, pasta base, marihuana y dos percutores de fuegos artificiales. También fue controlada una camioneta donde fueron detenidas 9 personas por desórdenes.

En el lugar se constituyó el fiscal Esteban Silva Pazos. Tras el incidente el cuerpo del delincuente continuó viaje hasta su última morada y al cierre de esta edición ya descansaba en paz mientras los gusanos afilaban sus cuchillos para iniciar su macabro festín.

Manuel Vega O.