"Tengo dinero, te puedo prestar". Esa frase cada vez se hace más común en las distintas ferias libres de la Región Metropolitana. No se trata de "fiar".

Es otro sistema, y bastante peligroso, el que se ve por esos lugares. Se trata del "gota a gota", donde prestamistas se aprovechan de comerciantes agobiados por sus cuentas, quienes terminan aceptando este especial "tipo de crédito" sin tomarle el peso al desconocido mundo al que ingresan.

"Acá he visto una moto roja, con otra persona atrás, y se bajan a ofrecer plata, les hacen préstamos, le dicen "tú me vas pagando después". Ahora también me han dicho que van a La Vega", relata una feriante de Puente Alto, que prefiere no decir su nombre. Ahora también andan en la vega, feria las nieves, en puente alto.

Otro comerciante, que ha recorrido varias ferias en Santiago, cuenta que "el fuerte son los puestos de feria y almaceneros. Ahora también compran artículos, te ofrecen teles, refris. Antes era solo dinero, y te cobran a diario. Generalmente se acercan a los que tienen patente, los que están establecidos, el que tiene un almacén chico, o el que está recién partiendo".

Asegura que "he visto personas que las arruinan, terminando vendiendo hasta sus patentes, porque que vas a hacer si te colocan un fierro en la cabeza".

Cristián Lobos, jefe de la Brigada Investigadora de Delitos Económicos (Bridec) Metropolitana de la PDI, explica cómo funciona el sistema: "por ejemplo, se hace un préstamo inicial, que puede ser de 100 mil pesos, donde el usurero le presta a la víctima ese dinero, y semanalmente o mensualmente, o cada 15 días tiene que ir pagando un interés, que por ejemplo que puede ser del 10%, lo que hace semanalmente incluso o todas las semanas".

El especialista en delitos económicos afirma que "esa persona puede estar un año pagando de más, por razones lógicas terminará pagando el triple de la plata que le prestaron".

Lobos revela que las denuncias por este tipo de casos son permanentes y en todas las comunas.