Con pintura de guerra están los vecinos de la segunda etapa del proyecto Hacienda Urbana Larapinta, de Lampa, porque alegan que la inmobiliaria les pasó minino por liebre con sus palacetes.

Es tanta la rabia de las 222 familias que se sienten perjudicadas, que denunciaron por estafa a la empresa inmobiliaria, porque juran que los engrupió y les pasó viviendas construidas con materiales más pencahues que los que les prometieron.

A juicio de los denunciantes, el drama se debe a que en vez de una losa de hormigón armado para soportar el segundo piso de sus hogares, la constructora utilizó un material que sería de inferior calidad, resistencia y durabilidad, llamado Metalconcret.

Lo que los tiene más picados es que al momento de encalillarse por sus casas, supuestamente no les informaron de este cambio estructural.

"Ni Dios quiera, pero si hay un terremoto, esta cuestión se viene abajo. Si cuando hay un temblorcito, este cielo se triza altiro. Además, la bulla es tremenda aquí abajo cuando alguien camina en el segundo piso", alegó Margarita Castillo (61), mientras demostraba a La Cuarta cómo se zamarrea el palacete cuando alguien circula en las piezas de arriba.

"Cuando mi hija hace yoga en su habitación, uno no puede estar en el living, porque pareciera que el techo se nos va a caer encima. Usted entenderá que este problema mata el romance", confesó Mario López (50), marido de Margarita (ambos en la foto).

El fiscal Mauricio Vergara adelantó que pronto el Ministerio Público formalizará a los supuestos responsables.

La Cuarta se contactó con la inmobiliaria acusada, pero no obtuvo respuesta.