Crónica

¡Guarifaifa pop paró una Monster Truck!

Hace casi 20 años, cuando tener cable era sólo privilegio de algunos, un canal privado emitía un breve espacio llamado "Satélite del Deporte", donde mostraban las carreras de Monster Trucks (Camionetas Monstruosas), que causaban el delirio de la fanaticada cada vez que pasaban sus tremendas ruedas sobre un puñado de autos chatarrientos.

Ahora las tremendas moles están en Chile, listas para entregar un tremendo espectáculo a un costadito del Mall Plaza Oeste, entre el viernes y el domingo.

Tres camionetas monstruosas, un vehículo más liviano, pero igual de destructor, y un dragón come autos llamado Draco, darán vida a un espectáculo inolvidable.

El show también incluye una exhibición de acrobacias en motocicleta a cargo del italiano Valerio Pastorino, un "nonito" de 45 pepas que deja a todos locos con sus piruetas.

El diario pop dejó atrás cualquier atisbo de miedo y se puso delante de las ruedas monstruosas para cachar qué se sentía ser aplastado por la mole y que nos apretaran un poquito la guata para evitar la liposucción.

Y aunque usted no lo crea, la guarifaifa pop fue capaz de chantar la camioneta en seco y comprobó una vez más que somos poderosos de verdad, no como otros.

TRES METROS

Para saber cómo es manejar una camioneta monstruosa, La Cuarta parló con los pilotos Bill Chapin y Mitch Tulachka.

"Yo llevo siete años en esto y empecé gracias a un amigo que me ofreció este trabajo. Jamás imaginé que terminaría manejando una camioneta así", dijo Bill.

"Manejar un vehículo así es muy complicado, porque uno pierde 3 metros de visibilidad. Así que para conducirla hay que ser muy rápido de mente y tener mucha inteligencia. Cada vez que uno hace un salto hay que tener muy claro dónde uno aterrizará y luego girar sabiendo que no chocarás con tu compañero", dijo el piloto.

Para el gringo Mitch, conducir una camioneta monstruosa es una verdadera terapia.

"Andar arriba de una y aplastar todos estos autos ayuda a descargar tus tensiones y superar las frustraciones", dijo Mitch.

RAYÓN

La camioneta que conduce Mitch, conocida como "Get'er Done" (algo así como "Zámpatela"), en la parte trasera tiene una pizarrita que se llama "El rincón de los niños". Allí los péndex en silla de ruedas, con diabetes o cáncer, pueden poner su firma y sentirse parte de la experiencia monstruosa que proporcionan las camionetas.

Para que se luzca con los brocas: Las camionetas no ocupan bencina, andan con puro metanol, pesan 4 toneladas y media y miden 3,6 metros de alto.

Véalas en acción en www.lacuarta.cl.

MACABEO MITCH VIAJÓ MARCADITO

Parece un duro. Un hombre de hierro. De esos que se toman una botella de pisco al seco, se comen el gusano del mezcal  y no quedan ni ahí.

Pero detrás de esa apariencia, el piloto Mitch Tulachka esconde a un macabeo terrible.

Está casado hace 14 años con Katherine, y cada vez que puede viajar por el mundo, lo hace  junto a ella.

Tienen 4 hermosos hijos, el más pequeño de sólo siete meses, y en vez de tatuarse sus nombres en los brazos, los tiene bordados en la manga izquierda de su chaqueta.

La manga derecha está reservada para su mujer. "Jefa Kathy", dice en inglés, revelándose como un verdadero macabeo.

"Somos pololos desde la secundaria y me encanta viajar con él", dijo la hermosa esposa del piloto.

Ramiro García S.

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