"¿Maté a alguien que me llaman tanto? Si yo dejé de jugar hace años y ni conozco a Roberto Cereceda", dice al otro lado del cuernófono un mosqueado Fabián Guevara. Y razones no le faltan, pues recordar su atado de doping positivo no le hace ninguna gracia, más cuando incluso demostró su inocencia.

Pero razones pa' recoger su testimonio hay caleta, porque al igual que el "Eléctrico", Guevara jugaba en el Colo por el lateral ñurdo y venía de un paso por la Roja cuando fue apuntado por el dedo y castigado por tres meses en 1997.

"Al principio el plantel me apoyó públicamente, pero después nadie más me llamó, menos la dirigencia. Opté por refugiarme en la familia, pues yo pasé 4 meses encerrado porque las pocas veces que salí a la calle me apuntaban y me gritaban tonteras. Sólo la gente de la 'U' me dio su respaldo, aunque me decían que metí la cabeza al guáter por irme al Colo", parla en la más sincera.

Pero además de recomendarle que ocupe el hombro de los suyos, Guevara le da un consejito a Cereceda.

"Sería bueno que si es inocente se haga el examen de pelo. Yo lo hice para quedar tranquilo y limpiar mi nombre ante la opinión pública y salió negativo, lo que terminó demostrando mi inocencia. Roberto se va a desmoralizar mucho, tal vez necesite un tratamiento sicológico, pues se va a desvalorizar y siempre lo van a estar mirando porque viene de un club grande y está en la Selección. Ojalá siga jugando, porque a mí me cagaron la carrera", descasetea.