Desde que se declaró culpable de los delitos de fraude electrónico, lavado de dinero y soborno en el caso de “Fifagate”, Sergio Jadue lleva una vida en parte a las órdenes de la justicia gringa y otro resto como de “vacaciones”, según sus propias palabras, en Miami. Justamente, la city donde lo pillaron de shopping...

Cerca de las 22.00 horas del lunes, el “Doctor”, acompañado de dos jóvenes y un adulto de contextura gruesa, tipo gorilón y/o ropero, ingresaron a la tienda H&M ubicada en el mall Lincoln Road, a dos cuadras del lado sur de la playa donde todo el mundo va a comerse unos huevos duros en Miami. Onda, ¡en plena zona turística!

Y en esa relajada experiencia de vitrinear, el “Jeque se topó con Tomás Arellano (22), compatriota que anda patiperreando y que ya turisteó en New York, Orlando, Washington y otra cachá de ciudades yanquis durante los últimos tres meses (tsss, la vidita).

Para buena suerte de Tomás y mala cueva de Jadue, el estudiante de periodismo aprovechó el encuentro cercano y lo registró en un video y fotos, que más tarde llegaron a las redes sociales.

“Vestía de un modo poco habitual, más deportivo. Y lo encontré súper flaco’’, recordó el cabro, que aportó que “era mi última visita al mall. Yo me estaba yendo cuando él llegó. Me llamó la atención ver a alguien con lentes (de sol) y gorra a esa hora. Como con actitud de andar ocultándose’’.

Cosciente de que otear a Jadue hoy por hoy es como toparse con Alf, el famoso mono pelúoa l que escondían cuando ojos extraños llegaban a la casa, Arellano se avispó sin dudarlo.

“Cuando noté que era él (Jadue), saqué un par de fotos con el celular y grabé un rato para mostrarles a mis amigos en Chile. Luego me miraron mientras grababa y parecieron incomodarse, así que guardé el celular y luego me fui’’, reveló.

SIN GRILLETE

Antes de inciar el viaje a suelo yanqui,  al muchacho que se graduó de sapo le llovieron tallas a propósito de su paseo por Miami. “Mis amigos me decían: ‘No te vayái’ a pillar con Jadue, huéon’, jajá”, contó la anécdota al diario pop.

Y entre talla y talla, el lolo insiste en que se sorprendió porque nunca imaginó que vería al hombre, que ha inspirado más rutinas humorísticas en el país en el último tiempo, así de relajado.

“Me pareció raro que nadie lo siguiera. No había periodistas ni policías, nada. Fue extraño verlo caminar tan libre en pleno centro comercial”, señaló.

De hecho, el futuro colega recordó que, contrario al mito popular, Jadue transita sin ningún grillete, a lo más con el anillo de bodas.