La investigación a una banda dedicada a la prostitución infantil en el centro de Santiago terminó en la detención de los líderes y sus clientes, menos uno: El ex agregado militar de la embajada gringa (1972-1975), Isidro Benavides (77).

Corría 2003 y las pesquisas para capturar a todos los integrantes eran consideradas por las policías de Sudamérica como una investigación modelo. ¿El único problema?: El ex funcionario de la embajada de EE.UU. logró escapar poco antes de que llegara la PDI.

"En la investigación se logró identificar que una adulta llevaba niñas a la casa de Benavides para realizar turismo sexual infantil. El hombre las hacía desnudar y pagaba por tener sexo con él. Podía llevar hasta 12 niñas a su hogar, dos o tres veces por semana", indicó el inspector de la Brigada de Delitos Sexuales de la PDI, Cristián Vega.

El deseo por las niñas era tan grande en Benavides, que llegó a cambiarse de casa para que las menores estuvieran más cerca de las sórdidas fiestas. Pese a su escape, la investigación fue tan buena, que quedó seleccionada para un simposio de seguridad en el Mercosur.

Pero la reunión multilateral abrió una luz de esperanza para detener al abusador. "Justo un funcionario del Servicio de Inmigración nos contó sobre una ley que permitía juzgar a ex soldados de Estados Unidos en su país, por lo que bastaba hacer los trámites para pedir una orden de captura internacional contra Benavides", indicó Vega, quien también participó en la cacería de "Sakarach".

Vega viajó hasta Washington con dos víctimas de la red de pederastas, entregó la carpeta de investigación a la fiscal Angela Smith y declaró en contra del pedófilo. En dos días comenzaba su búsqueda y cuatro meses después era detenido en Argentina.

"La extradición a Estados Unidos demoró cuatro años. Nunca quiso volver, porque allá las penas son mucho más fuertes", indicó el inspector, cuya investigación mandó preso al depra.

"En Chile compró un departamento y vivió con una menor, pero cuando arrancó, dejó todo botado. En su computador también tenía imágenes de pornografía infantil".

- ¿Alguna vez pudo interrogarlo?

- No. Él desconoce totalmente que el que hizo la investigación fue un chileno.