Richard Torres temía que a último momento la novia lo dejara plantado. Pero a las doce del día respiró tranquilo cuando, vestida con un traje típico chileno, llegó al bosque El Panul, en la comuna de La Florida, la que sería su esposa: ¡un árbol!

La inédita ceremonia se realizó ayer con un lote de invitados que vieron cómo el artista peruano pisaba el palito. Tras la boda, Torres habló con La Cuarta y señaló que “ha sido todo muy lindo. El Bombo (Fica) se encargó de casarme. Él estuvo muy serio, a la altura de lo que vivíamos. El árbol Quillay se veía hermoso con su vestido. Fue algo único”.

Tras la “Boda del Año”, que duró una hora, comenzó el mambo que le tuvo hasta el típico vals. “Soy medio tronco para bailar, pero hice lo que pude”, soltó.

Richard reveló que su idea de generar conciencia en la gente para que tenga ojo con la reforestación recibió mucho apoyo.

“A la ceremonia vino gente de La Serena, Viña del Mar y varias partes de Santiago. Algunos tenían pancartas con cosas como que vivan los novios y otras sobre la no tala de árboles”.

El hombrón preocupado del medio ambiente contó que hasta regalos de boda recibió: “Algunos vinos y lo más llamativo fue una maceta, para plantar y seguir regando las plantitas”.

En la ocasión, se plantaron tres árboles, que el mismo Torres señaló que son sus hijos, llamados Chile, Perú y Víctor Jara.

Por último, detalló que le entró el bichito de casarse con otros árboles de Cuba, Venezuela, Puerto Rico, Brasil y Estados Unidos.

“Seré fiel en cada país. Mientras tanto, el árbol se quedará echando raíces en Chile, cuidando a mis hijos, que son todos Quillay”, remató.