Los chillanejos siempre quiebran con el famoso mito de que su longaniza es la más grande del mundo. Se cachiporrean no sólo de su tamaño, sino que de su sabor y calidad.

Como una forma de elevar el mito a nivel mundial, la tierra de Arrau se pegará la quebrada ni más ni menos que el 14 de febrero, justito para el día de los enamorados.

Chiquillas: No saquen pasajes para Chillán a tontas y a locas, porque estamos hablando de un choripán gigante que la Oficina de Turismo de la municipalidad de esa ciudad piensa preparar.

En pleno paseo Arauco, donde todos los chilanejos se juntan a pasear por las tardes, cocinarán el choripán de 161 metros de largo, que dejará locas incluso a las más golosas e insaciables fanáticas de la longa del Ñuble.

A ENSARTARSE

Raúl Godoy, encargado de la oficina de turismo de Chillán, dijo que para que nadie se vaya a desmayar de la impresión y evitar que la longa se pudra, "pensamos sacarlo después de las 8 de la tarde, para que el calor no sea tanto y venga todo el mundo".

La idea es que esa tarde todos los pololos le digan a su pierna suave que invitarán a comerse el tremendo pedazo de longa, porque cuando los caperuzos del Guinness la midan un lote de cocineros la van a cortar en trocitos y repartir al respetable a cambio de algunas monedas para ayudar a una obra benéfica.

El choripán correrá por cuenta de las grandes empresas productoras de la zona, que pondrán la longa en la mesa y así contribuir a que la tierra de O'Higgins entre a la historia y ojalá aparezca en algún diario tabloide que se preocupe de las noticias insólitas.

Ojo, mijito, que mientras le cocinan ¡habrá un tremendo show artístico!

No es primera vez que los chillanejos se quiebran en cuestión de porte. La capital del Ñuble ya le pega al cuento, porque en noviembre se lució fabricando un tremendo completo vegetariano, el que se comieron atravesado, porque de frente no podían.