El domingo 17 de julio de 2011, el ex auxiliar de aseo de la PDI, Israel Huerta Céspedes (45), sembró el terror en la estación del Metro Plaza de Maipú, donde mató a dos pasajeros, hirió gravemente a otros cuatro y finalmente se suicidó con la misma pistola.

Luego de los disparos al interior del vagón, y de la calmada fuga del asesino desde el tren subterráneo, Sebastián León corrió despavorido desde el carro, pero la gran cantidad de sangre que perdió lo hizo desplomarse a los pocos pasos.

Para su suerte, dentro de toda la desgracia, en la estación también estaban dos alumnos de la Escuela de Suboficiales del Ejército, quienes al verlo le brindaron los primeros auxilios y le salvaron la vida.

Gracias a su heroica y desinteresada acción, los entonces “Dragoneantes” (como se les llama a los pelados que están en la escuela) Domingo Belmar y Ricardo Vielma fueron condecorados por el ministro de Defensa de la época, Andrés Allamand.

Y como el tiempo pasa, los valientes uniformados rompieron el cascarón y ayer se graduaron como suboficiales del Ejército, donde nuevamente fueron destacados como un ejemplo entre los 807 clases que ya están listos para la vida militar.

“La graduación de la Escuela de Suboficiales ha sido una ceremonia muy linda, donde uno ve a jóvenes de nuestro país comprometerse con valores históricos a través de una institución que nos ha llenado siempre de orgullo”, reflexionó el ministro de Defensa, Rodrigo Hinzpeter, luego del egreso de la promoción 2011- 2012.

“Jóvenes que optan por el camino de defender los valores de nuestra patria, tener una vida militar con todo lo que eso implica y ojalá muchos jóvenes más siguieran la senda, el ejemplo y la ruta de estos suboficiales que hoy día se han graduado”, enfatizó chocho el secretario de Estado.