Hay muchas cosas que se tejen alrededor del Superclásico del fútbol chileno. Y una de ellas es el deseo de ganar y superar al clásico rival por parte de los hinchas.

Sin embargo, también hay historias conmovedoras como la del fiel colocolino "Nano", un eterno hicnha de Colo Colo que sufre de un cáncer. Y en el portal www.dalealbo.cl, fue un alboadicto de iniciales G.J.O. quien aprovechó la ocasión para contar esta dramática historia de un fiel seguidor del Cacique pidiendo su último gran deseo. Revisa a continuación el texto.

A todo el plantel de Colo-Colo:

Querido Tito, Esteban y cada uno de los jugares y personas que representan al CSD Colo-Colo:

Ésta podría ser una de las tantas cartas motivacionales escritas por hinchas que les piden que pongan huevos este domingo. Porque como ya todos sabemos se jugará un clásico más contra el archirrival. Pero no.

Hoy vengo no a hablarles de lo importante (que es obvio) para mí y para los colocolinos, si no que vengo a contarles de otra persona. Él se llama Sergio Hernán Bustos, conocido en la barra como El Nano. ¿Lo conocen? Probablemente no, pero él sí los conoce perfectamente a cada uno de ustedes, como también conoce a cada jugador del plantel que ha representado a este club por más de 30 años.

El Nano ha sido quizás uno de los hinchas más fieles que me ha tocado conocer, viajando por Brasil, México, Argentina y hasta España para el partido contra Real Madrid. Era por allá por el 2006 cuando yo no tenía plata para ir a un partido con la Católica en el nacional y sólo conociéndolo por las redes sociales me regaló una entrada para poder presenciar el “clásico”. Luego de eso nunca más nos volvimos a ver, solamente la continuidad que dan las redes sociales.

“Es Colo-Colo, valiente, fuerte y grande. De sangre altiva y noble corazón”

Ocho años han pasado. Ocho años en los cuales pasamos tetracampeonatos, años de sequía, penas, alegrías y El Nano seguía apoyando al equipo de sus amores. En estos últimos ocho El Nano ha luchado contra el cáncer : dos al colon y uno reciente a la garganta. ¿Y saben qué? Les ganó a los tres. Pero como a veces hay gente que debe demostrar sus huevos con el destino, hace un par de semanas le diagnosticaron un glioma en el cerebro, lo que lo obligaba nuevamente a luchar contra la muerte. ¿Saben cuáles eran sus motivaciones para luchar? Su familia, sus amigos y su Colo-Colo del alma, esperando que baje la 31.

Hoy martes 14 de octubre me despierto, muy lejos de mi país, y al revisar Facebook en las actualizaciones leo que El Nano acababa de publicar la noticia que, lamentablemente, su glioma se había expandido a otros órganos. Es decir, le cancelaron el tratamiento y lo enviaron a su casa a “estar con los suyos” ¿Saben a qué me refiero? No necesito especificar mucho más, pero en su post, queridos jugadores, pedía que este domingo le dieran la alegría de ver cómo le ganamos al archirrival, quizás en su último superclásico. Porque además de eso, y por lo costoso que es el tratamiento contra el cáncer, no le alcanza para ir al Monumental a ver el partido.

Es por eso que les pido a cada uno de ustedes que, por favor, este domingo cuando entren a la cancha entren conscientes que quizás como El Nano, en Chile hay muchas historias de gente que es capaz de dar su vida por los colores. Y con eso de “dar la vida” no me refiero a pelear, sino que a entregar toda su energía, dinero y tiempo por este amor llamado CSD Colo-Colo. Finalmente, ustedes son los protagonistas en la cancha, pero empujados por 35.000 voces desde el estadio y millones más desde todo Chile y el mundo.

Espero entiendan que cuando hablo de protagonismo no se trata de que que Fierro esté al minuto gesticulando, ni puteando al árbitro por una falta no cobrada. De hecho quiero ver a ese Fierro que el 200, luego que se fuera el Mati, Chupete y Alexis, se echaba el equipo al hombro y lideraba a seguir el camino triunfal. Le pido a Flores, que por lo que leo irá de titular, que si Suárez o cualquier jugador lo desestabiliza no se tire, sino que aguante como lo hace El Nano y tantos más día a día. Que si juega Maldonado salga a correr y cubrir la cancha como los caudillos que Colo-Colo ha tenido históricamente, no pateando grotescamente a los rivales. Y así podría ir uno a uno haciéndoles una arenga personal, pero como les dije, ésta no es solamente una carta de motivación invocando a sus huevos y aptitudes.

La emoción más grande en el fútbol no es pegarle a un rival, tirarle una piedra a un “paco” o gritarle puteadas al árbitro. La emoción más grande es poder gritar gol, ese grito que sale de lo profundo del alma, con el cual te paras de la silla y saltas de felicidad. Y eso es lo que les pido a cada uno de ustedes. Entreguen todo de su parte, tal cual lo hicieron el año pasado al bajar la ansiada estrella 30, para que todo el pueblo colocolino salte de su silla, calme ese nudo en la garganta que se siente previo a los clásicos y pueda respirar profundo e inflar el pecho. Para luego del superclásico volver a decir “se mantiene la paternidad”.

Les pido que solamente entreguen 90 minutos de un espectáculo inolvidable, les pido que hagan de este domingo un día especial, un día que quede grabado en la historia de los hinchas, les pido por favor le den este regalo a El Nano y a quizás cuántas personas con historias similares a las de él que rodean a este mundo llamado fútbol. Le pido también a la gente que va al estadio y a los futbolistas que este domingo la protagonista sea la pelotita y no unos sacos de pelota que le alimentan la ignorancia a todos los periodistas faránduleros del fútbol chileno, que como no le pegan a la pelota ni al quinto bote, les sale más fácil copuchentear de los “entretelones del partido”.

Si llegan a leer esto: jugadores, cuerpo técnico, recuerden por favor que allá afuera de la cancha, afuera del Monumental hay un señor llamado Sergio Hernán Bustos de El Bosque, un hombre humilde como todo el pueblo colocolino, que el único regalo que espera se le dé en lo que le queda de vida es que ustedes, 11 jugadores, tengan el coraje y las ganas de salir frente a un estadio teñido de voces blancas y le puedan dar la alegría de volver a gritar en vida gol con toda su alma. De poder volver a inflar su pecho para decir que Colo-Colo nuevamente derrotó a la Universidad de Chile y seguirá siendo el Eterno Campeón.

GJO.