La historia más sorprendente jamás contada por Facebook

¿Qué puede uno esperar de Facebook? Reencontrarse con amigos. Revisar (o husmear, según corresponda a las pretensiones del usuario) fotos del antiguo amor. Armar grupos. Seguir ciertas páginas. Pero lo que probablemente jamás se imaginó su creador, Mark Zuckerberg, era que un día una mujer iba a encontrar a alguien parecida a su mamá y que, con ese inocente hecho, desencadenaría la historia que contaremos hoy…

Yanina Silva fue a Santiago a comprar ropa para vender en La Unión, a 150 km. de Puerto Montt. Le sugirió a su amiga y coterránea Karina Ortíz que revisara su perfil en la red social para que viera las prendas. Fue ahí que la curiosidad de Karina la llevó a irse por otro lado y mirar en un costado el listado de amigos. Le llamó la atención una foto en especial. Era el perfil de Alicia Aucal, a quien la pareció extremadamente parecida a su mamá.

Karina sacó un pantallazo y se apuró en enviársela al WhatsApp de su madre, María Teresa Espinosa: "Encontré a tu hija perdida", le escribió de broma, agregándole "es igual a ti". La progenitora se lo tomó también con humor: "Bueno, otras más, total se nota que también está bien criada, jajajá. Esa se pasó. Parece que soy yo".

Esta misma acción de enviar la imagen lo realizó con sus otras dos hermanas. Pero fue Daniela Ortíz, una de ellas, a la que le dio otra corazonada, pues entendió que lo que parecía una broma podía ser una realidad…

Daniela investigó y dio con la persona que era idéntica a sus madre. Su nombre: Alicia Aucal, con fecha de nacimiento 18 de marzo de 1982, en el Hospital Dr. Juan Morey de La Unión, comuna de Ranco, Región de los Ríos, mismo recinto donde Karina había nacido, pero dos días después.

La insistencia de Karina en "bromear" a su madre terminó por desencadenar las dudas. El 2 de julio de este año María Teresa decidió confesarle algo a su hija: se acordaba de la otra madre que estaba en la sala ese día.

Le narra que cuando dio a luz había nacido asfixiada con el cordón umbilical, por lo que fue trasladada a "puericultura". Y no la vio más ese día. A la mañana siguiente fue peor, porque a la mamá le sobrevino una infección uterina y al bebé se le declaró ictericia (se puso amarilla). Cuando le fue a dar leche se encontró con su primogénita con los ojos cubiertos con un cartón, tipo gafas, y solo le podía ver la boca.

Planteada la duda, decidieron hacerse el examen de ADN. Y el resultado le dio vida a todos los miedos: a quien creía como papá y mamá biológicos, no lo eran. Se vino el llanto. La desesperación. El querer despertar de una pesadilla y buscar justicia.

La misma vendedora de ropa con la que comenzamos este relato vuelve a esta historia. Pasa que Yanina era realmente mucho más que una amiga de carrete. Ella era sobrina de Alicia; o sea, su propia sobrina.

Yanina sirvió de nexo

Contactó al marido de su tía Alicia para contarle la situación. Es que no era llegar y tocar la puerta y decir "hola, soy tu hija". No hubo mayores cuestionamientos. Todo hizo sentido en la cabeza de Alicia. El 5 de septiembre el examen arrojó que sus verdaderos padres eran María Teresa Espinosa y Daniel Ortíz. Y la vida cambió, a 35 años del día en que las cambiaron.

Hace un mes que las familias se conocieron. Se llevan bien. Alicia y Karina tienen nuevos hermanos. Se están queriendo. Se miran. Se abrazan. Y lloran. Y lloran en un lazo lleno de emociones.

Ayer, junto al abogado Roberto Celedón, el mismo que tuvo a cargo el emblemático caso de las guaguas cambiadas en Talca, presentaron una querella en un tribunal de La Unión contra los que resulten responsables de esta negligencia.

Esta vez, Facebook no se enteró.

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