Duele y cuesta creerlo, pero del total de ancianos que denuncian haber sido maltratados y golpeados

en Chile, un 70 por ciento acusa como agresor a su propio hijo.

Así lo indicó un escalofriante informe de la ONG Activa, que analizó las brígidas cifras sobre el basureo y las penurias que sufren nuestros pobres abuelitos, quienes denunciaron un 38,8 por ciento más agresiones en comparación con el año pasado.

Y ojo, que no se trata de tatitas que vivan en la calle, sino que de ancianos que son "cuidados" por sus propios familiares.

"El hacinamiento, la pobreza y factores culturales favorecen la violencia. Muchas veces quienes fueron maltratados cuando niños repiten el patrón con sus padres cuando éstos son viejos", explicó Gloria Requena, presidenta de la ONG.

De acuerdo al informe, porcentualmente donde más denuncias se registraron por maltrato a nonitos fue en Arica.

"En el norte sucede un fenómeno especial, que es el migratorio. Mucha gente, pobre y sin espacio, puede volverse maltratadora", argumentó Requena.

Y si hablamos de Santiago, el estudio sapeó que las comunas que más vulneran a sus teclitos son La Pintana, Pudahuel, Estación Central, Maipú y Lo Espejo.

"Nosotros le solicitamos al Gobierno que se preocupe más por los ancianos. Si ya no tienen buenos planes de salud y sus pensiones son malas, hay que ayudarlos a que además no sean maltratados", sostuvo la guaripola.

En promedio, un viejito se demora 10 años en denunciar (si es que lo hace), pues "temen quedar en la calle". Todo porque en Chile no existen instituciones que acojan a tatas golpeados.

La experta aseguró que los factores del maltrato parten porque "somos una sociedad exitista e indolente, que no toma en cuenta al adulto mayor".

Otro abuso que destacó Requena es que los abuelitos son obligados por sus familiares a vender sus viviendas "bajo la promesa de que tendrán mejores condiciones de vida".

"Sin embargo, al final terminan durmiendo en un pasillo, con cortinas como paredes", remató achacada la presi.