Un caso realmente excepcional fue el que vivió una familia china, donde una menor de solo un año tuvo que someterse a una intervención cerebral para extraerle el feto de su hermano gemelo.

Lo impactante de este caso es que generalmente cuando sucede esta situación, el feto llamado “gemelo parásito” se aloja en el abdomen de su hermano, y no en el cerebro.

La pequeña mostraba un retraso en el desarrollo de las habilidades motoras y la circunferencia craneal un poco más grande de lo normal. Cuando le retiraron el feto, este tenía sus brazos e incluso algunos dedos.

Feto en feto

Este fenómeno se conoce como “fetus in fetu” (feto en feto) o “gemelo parásito” y ocurre aproximadamente en 1 de cada 500.000 nacimientos.

El especialista Oren Gottfried de la Universidad de Duke, en Estados Unidos, publicó en Twitter que “el feto del “gemelo parásito” mostraba indicios claros de desarrollo.

“Los estudios revelaron que el feto contenía una columna vertebral y dos huesos de la pierna, concretamente el fémur y la tibia, junto a “brotes” en forma de extremidades superiores y dedos”, declaró.