"Pasada la medianoche (del domingo) comenzó el fuego en el techo del local, después, como a las 5 y media, volvió a encenderse por los materiales que tiene el techo, y finalmente, como a las 7.30, se activó nuevamente y en un par de horas se pudo controlar definitivamente", contó Paz Balboa, gerente comercial del local.

Para buena suerte de los fanáticos del establecimiento inaugurado en 1980, que mezcla la comilona con un típico show polinésico, no sufrió mayores daños, ya que "se quemó parte de la fachada y el techo, pero por suerte no hubo daños como para cerrar temporalmente el local", agregó Balboa.

PURA HISTORIA

Pero al igual que su infraestructura, el restorán tiene historias incombustibles. Como las que cuenta Raúl Valencia (66), quien las hizo todas en su vida y, durante 26 años, trabajó como director artístico y de orquesta en el local. Durante esos años las cachó todas y aún tiene fresca en la memoria algunas anécdotas.

"Una vez estábamos haciendo el show como cualquier día y vemos que un caballero se sienta. De repente cachamos que empezó a tocar música con los cubiertos y tenía buen ritmo, era Charles Aznavour, que estaba de gira", recordó el lolosaurio.

También se acordó cuando pasó la banda petazeta Mocedades: "La gente, cuando ya está un poco más entonada, se pone a cantar las canciones y bailar. Ese día estaba Mocedades, quienes se subieron y empezaron a cantar. La gente se demoró en cachar que eran ellos, pero después estaban fascinados".

También hubo un futbolista bien particular que no se escapó de los recuerdos de don Raúl.

"Como a mediados de los 90 llegó el "Diablo" Marco Antonio Etcheverry súper piola. Se sentó en su mesa y la gente lo miraba como si lo conociera de algún lado. Cuando la gente se dio cuenta de quién era, se sacó fotos con él y su pichanguera característica", remachó.

El hombre no le hizo asco a hablar sobre anteriores intentos de incendio del local.

"Hubo dos intentos de quemar el local antes. Se les metió en la cabeza de que era parte del gobierno militar, pero no fue así, nunca hubo ese nexo. De hecho, al dueño le costo harto porque (en ese período) le subieron el dólar y se fue a las pailas".

Así como las historias de su existencia no se queman, Paz Balboa dijo que el local operará de manera regular, ya que la cocina y el salón principal no sufrieron daños.

Habría Bali Hai pa' rato.