"Le dije, por favor, mi cara no y salí del pabellón babeando y con el ojo abierto".

Así relató María Elena Pastor el trágico final que tuvo la extirpación de un tumor benigno a la que se sometió a manos del doctor Ignacio Goñi Espíldora, en noviembre del 2000.

Después de casi una década, la Corte de Apelaciones de Santiago condenó al oncólogo a pagar una indemnización de poco más de 50 millones de pesos, debido a que la mujer resultó con una parálisis parcial del lado derecho de su rostro.

"El médico demandado no obró con la debida diligencia y cuidado cuando decidió hacer la resección del nervio facial, por tratarse de un tumor del tipo shwanoma, por cuanto, para tal determinación, era necesario contar con la autorización de la paciente o, al menos, de sus familiares", señala el fallo del tribunal.

María Elena, de profesión traductora, aceptó hablar con el diario pop "para que nos le pase a otras personas. Antes de tomar una decisión tan categórica hay que consultarle al paciente".