El ingenio del chileno

La originalidad en sus nombres es lo que distingue a una fonda. Sin embargo, no todas logran trascender como estas ramadas.

En el sporting club de Valparaíso se inspiraron en la norma que rige en algunas comunas y que sanciona a las personas que expresen piropos de mal gusto, para bautizar una fonda como "Que rica la empana, parte por weón".

Michelle Bachelet el 2014 comenzaba su segundo gobierno y los problemas que le trajeron los negocios de su familia aún estaban lejos en el horizonte, por eso causó mucha gracia una fonda bautizada como "La Michel Hada", en un juego de palabras con el trago michelada.

Si el palo de Pinilla en el Mundial de Brasil 2014 hubiera sido gol, nuestra historia futbolística habría sido diferente, pero Chile empató y después se fue para la casa en penales. Ese año una fonda recordó el casi gol. Se llamó "El palo de Pinilla".

Las teleseries turcas hace pocos años llegaron con éxito a Chile y el personaje de Onur fue uno de los más reconocidos, lo que fue aprovechado en 2014 por unos fonderos.

El 2011, en honor a Felipe Camiroaga, quien había muerto pocos días antes, nació en Antofagasta "El Halcón de Chicureo".

El célebre  puente basculante sobre el río Cau Cau, en Valdivia, motivó en 2016 a unos comerciantes a bautizar su local como: "Fonda puente Cau Cau", a la que le seguía el acertado eslogan "Te esperamos con los brazos abiertos".

Como el derecho de autor del nombre de una fonda no está muy normado, jugando con el nombre de Un techo para Chile, se llama "Un techo pa' la chicha".

El cantante Justin Bieber es bueno para el carrete y si anduviera por Chile seguramente iría a una fonda y terminaría haciendo un escándalo. Para honrarlo, hace seis años esta fonda se llama "Justin Bebe", salud.

Soa ledy es la protagonista de la fonda de moda: Pasalajarra, en Antofagasta, que basa su nombre en el programa de TV Pasapalabra.

El dedo con que Gonzalo jara provocó en 2015 la expulsión de Edinsón Cavani se convirtió en un acontecimiento nacional.

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