De película: inventó secuestro pa' encatrarse con el patas negras

Con una imaginación que ya se la quisieran los guionistas de Hollywood, una Eva craneó toda una historia para librar de polvo y paja de ser pillada en una relación extramarital. Sin embargo, como dicen por ahí, se pilla más rápido a un mentiroso que a un amigo de lo ajeno, y esta no fue la excepción.

Se trata de la creativa P.A.V., de 38 primaveras, quien salió desde su casa en el sector de Forestal Alto en Quilpué rumbo a su pega, por lo que tomó un coleto en calle Isla de Pascua. Pero dicho vehículo nunca llegaría a destino.

Según se supo, la jefa de la mujer llamó a su casa al no verla en su puesto de trabajo. Su marido preocupado la empezó a llamar una y otra vez, pero solo le respondía el buzón de mensaje. Cuando ya estaba oscuro, P.A.V. llegó llorando a su casa explicando que el colectivero la había secuestrado.

Gas dormilón

La mujer siguió con su relato e indicó que el conductor le arrojó una especie de gas pimienta, quedando lona de una sola patá y despertando horas después en una cabaña. Luego de esto la chiquilla fue noqueada nuevamente con dicho gas, recuperándose finalmente en la vía pública. Luego se dirigieron a la tenencia El Belloto a hacer la denuncia, donde sólo echó de menos 60 luquitas en efectivo.

Se cayó el cuento

Los funcionarios policiales calmaron a P.A.V. y le empezaron a hacer preguntas para dar con el paradero del presunto atacante. Sin embargo, a poco andar la Eva empezó a caer en contradicciones.

Bastó un par de preguntas por parte de los polis para que la imaginativa soltara la pulenta, llanto incluido: se había arrancado con el amante a recibir por adelantado su regalo de San Valentín.

La historia fue confirmada por la verde institución, sin embargo no quisieron profundizar sobre el tema de la discípula de Doña Flor. En todo caso, lamentaron que para tapar el cacheteo se haya hecho perder tiempo a los verdes en su servicio a la comunidad.

Se supo además que no se levantaron cargos contra la "guionista", ya que no habría víctimas, sólo su marido, ahora conocido como "El Venado".

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