Hasta el Octavo Juzgado de Garantía de Santiago acudió en la mañana de ayer Klaus Schmidt-Hebbel, padre del fallecido Diego, para interponer una querella contra el sicario José Ruz y María del Pilar Pérez López.

El economista vestía terno oscuro y cubría sus ojos con lentes negros para el sol. Schmidt-Hebbel se vio firme y tranquilo mientras conversaba con sus abogados, Juan Domingo Acosta y Ángel Valencia.

La acción legal busca que se castigue a los presuntos asesinos por los delitos de robo con homicidio consumado y el mismo cargo, pero en calidad de frustrado.

"Estoy al comienzo de un proceso que será largo", expresó el padre de Diego, quien era ingeniero comercial de la Universidad Católica y esta semana recibiría su grado de magíster.

Luego de agradecer a la prensa por el seguimiento que ha hecho del caso, Schmidt-Hebbel señaló que "mi mujer y yo confiamos plenamente en que la justicia va a hacer bien su trabajo, ya que lo hace con una seriedad destacable y con profesionalismo".

Klaus Schmidt-Hebbel tuvo que volver de urgencia desde París tras enterarse de la trágica muerte de su hijo.

ESTUDIOSO

Diego llevaba tres meses trabajando en su primera pega, salió del Colegio Alemán y sus estudios superiores los realizó en la UC. Además, fue uno de los fundadores de la liga chilena de fútbol americano.

El padre del joven también estuvo presente en la audiencia de formalización de cargos contra Pérez López.

Klaus se tomaba la cabeza mientras escuchaba los escabrosos antecedentes del crimen, entregados por los fiscales Vinko Fodich y Carlos Gajardo.

A la salida del tribunal afirmó que "Diego era muy bueno y murió como el mejor de los hombres. Estaba en el comienzo de su vida, que fue cegada por la bala de un asesino y por el más vil de todos los asesinatos. Fue víctima del más deleznable de todos los crímenes que uno pudiera imaginar".