Lo primero que llamó la atención de periodistas y autoridades mexicanas cuando Édgar Valdez Villarreal (37) caminó hasta su calabozo fue la imborrable y socarrona mueca que tenía en su cara. Dos semanas después de la caída de uno de los narcos más grandes de México, se supo que la famosa "Barbie" tenía buenas razones para sonreír.

Según la versión oficial, el 31 de agosto pasado, miembros de un grupo de elite constituido por 300 federales vigilaron su guarida hasta que iniciaron el operativo. Cayó sin resistencia.

Pero un informe de los oficiales que trabajaron en su aprehensión evidenció la burda falla. En el escrito, los polis aseguran que su detención fue gracias a una multa de velocidad.

En el informe señalan que tres autos los adelantaron en una carretera del Estado de Morelos. Al preguntar por su identidad, un tipo rubio y de aspecto extranjero dijo llamarse Édgar Valdez, que se dedicaba al narcotráfico y que conocía las rutas de transporte de coca. Ya detenido, el gobierno de EE. UU. pidió su deportación por ser ciudadano gringo, además de pedir todo el dinero de sus cuentas.

En varios medios de comunicación explicaron que el temor de "La Barbie" era ser ajusticiado por el ejército o la marina, pues las últimas muertes de capos tenían que ver más con limpiarle el camino a Joaquín "Chapo" Guzmán, jefe del cartel de Sinaloa y enemigo de casi todos los grupos, que con la lucha contra el narcotráfico.

Ante el miedo de morir acribillado, Valdez se reía de su suerte. Estaba detenido, pero al menos respiraba.

GUARDIA

Valdez comenzó su carrera de sangre como guardia de Arturo Beltrán Leyva, uno de los comandantes del Cartel de Sinaloa, pero su capacidad para matar lo hizo escalar hasta ser jefe de sicarios.

A "La Barbie" se le debe el dudoso honor de crear la llamada "guerra sicológica" entre las bandas. Al matar a un enemigo, los decapitaba y junto a su cuerpo escribía mensajes de amenazas. Su escuela sigue hasta hoy.

También fue el creador de "Los halcones", que consistía en grupos de taxistas y cesantes que ganaban plata al soplar los movimientos de la policía y bandas enemigas.

En su currículum figura la contratación de las Maras salvadoreñas, grupos que usan la extrema violencia, para liquidar a sus rivales.

Con todo su poderío le quitó pueblos estratégicos a otros grupos, justo por donde pasaba la droga a Estados Unidos. Pronto se hizo cargo de la compra y transporte. Según su declaración, podía mover entre una y dos toneladas de cocaína desde Colombia a Norteamérica. Siempre fue la mano derecha de Arturo Beltrán, alias "El Barbas".

TRAICIÓN

Hasta 2007 en México no existían matanzas como en la actualidad, pues había un pacto de no agresión entre los jefes de carteles. Pero "El Chapo" tenía otros planes.

"La Barbie" declaró que hace tres años Joaquín Guzmán mandó a matar a vendedores de Juárez, sembrando el odio entre los demás jefes.

La traición de El Chapo comenzó una guerra entre Juárez y Sinaloa, que se extendió a todo México. Según el Centro de Investigación y Seguridad Nacional, en los últimos seis años han muerto 28 mil mexicanos.

ESCONDIÓ AL ATACANTE DE CABAÑAS

Valdez debe su apodo por ser grande, rubio y con cara de muñeca. Curiosamente, el mote no fue entregado por los narcos, sino que lo acompañó desde que era joven. Varios informes lo sindican como un mujeriego, vividor y bohemio.

La madrugada del 25 de enero, en el "Bar Bar" de Ciudad de México, uno de sus amigos se vio envuelto en una pelea con el futbolista paraguayo Salvador Cabañas.

En el baño del local, el colombiano Balderas Garza, alías el "JJ" y sindicado por la fiscalía mexicana como un "lavador" de dinero, le disparó en la cabeza. Cuando "La Barbie" supo, lo reprendió.

"Me di cuenta hasta el otro día porque fue en la madrugada. Lo regañé porque eran amigos ellos dos, pero como que ese día andaba de malas el Cabañas, comenzaron a alegar. Después lo metí a una oficina mía en Atizapán, ahí estuvo como tres meses más o menos. En Colombia tiene trabajo". declaró el descarado.