Te contamos la emotiva historia de la Patch Adams chilena

Los expertos del área de la salud son categóricos, la pérdida de un hijo provoca una de las depresiones más difíciles de superar en la vida y muchos nunca logran recuperarse.

Patricia Ortiz vivió la traumática experiencia de ver partir a su bebé tras 4 meses de lucha en contra del cáncer. Fue en septiembre del 2014, cuando tenía 7 meses y dos días.

"Cuando Benjamín se puso sus alitas y partió tenía dos opciones. Me levantaba o dejaba que mi dolor me destruyera, opté por lo primero y canalicé toda la fuerza que alcancé con mi niño y la usé para tratar de salvar a otros", contó a La Cuarta la corajuda mujer.

AYUDA A LOS NIÑOS

Hoy como persona natural, junto a otros voluntarios, se mueve entre el hospital San Borja Arriarán y el Instituto de Neurocirugía donde ayuda a niños con enfermedades graves y raras. Les consigue los medicamentos, pañales, leche y también apoya a sus familias.

- Guau, lindo eso...

- Mira es que mientras el Benja luchó entre los 3 y los 7 meses contra un tumor cerebral, me di cuenta lo solas que están las familias con estos niños. Lo peor es que el sistema los discrimina, porque muchos de ellos no tendrán recuperación.

- ¿Un día te levantaste y dijiste ahora voy a ayudar?

- Cuando mi pequeño agonizaba, sobre todo durante los últimos dos meses, le rogué a Dios que los salvara y pedí colaboración a través de Facebook para tener cadenas de oración. Con el paso del tiempo me di cuenta que ya era suficiente y le dije a mi niño que se fuera no más. Luego avisé a las 7.000 personas que me seguían en la página "Todos somos Benjamín".

- ¿ Y después?

- Era tanta la gente que me había ayudado, calcula que no trabajé durante los últimos 4 meses gracias a ellos, que pensé quizás pueda servir a otros... No quiero que otros niños sufran la indolencia que vivió mi Benja y la soledad que uno puede llegar a padecer como madre.

- ¿Ahí te convertiste en la Patch Adams chilena?

- Jajajá, algo así. Junto con otros voluntarios formamos el grupo "Fabricar Sonrisas para Niños". Vamos a los hospitales disfrazados, llevamos dulces a los niños y recogemos cuáles son las necesidades que viven los pequeños y sus familias.

-¿Cómo consiguen los recursos?

- Nosotros en general no recibimos dinero, más bien recolectamos lo que los niños necesitan. Es que no tenemos aún personalidad jurídica, así que sólo recibimos plata cuando es necesario. Por ejemplo, hace unos días una persona de Antofagasta quería donar 6 tarros de Pediasure a un niño y me depositó $120.000 para que los compráramos. Lo hicimos y le enviamos foto para su tranquilidad.

- ¿Qué es lo más complicado que te ha tocado ver en estos dos años?

- El abandono que sufren nuestros niños, es como si dijeran acá no hay mucho que hacer, así que dejemos que la naturaleza actúe. Lo otro es la soledad que viven las madres... me puedes creer que más del 90% de estas mujeres está sola luchando, sus parejas, maridos o lo que sea arrancan apenas vislumbran el dolor, es penoso.

- ¿Tú estás sola?

- Nooo, ahora no. Imagínate, tengo tres hijas que me apañan, el Benja que me cuida y toda la gente que me ayuda para dar esperanzas a madres que han sufrido tanto.

- ¿Cuál es tu orgullo?

- Hemos traído medicamentos de Cuba que han tirado para arriba a muchos niños con cáncer, también de otros lados. No resulta con todos, pero estamos seguros que los que ya se pusieron alitas nos agradecen igual.

FÁBRICA DE SONRISAS

Una vez al mes, los integrantes del grupo "Fabricar sonrisas en niños" visitan los hospitales San Borja Arriarán y el Instituto de Neurocirugía. Se disfrazan, llevan dulces, leche , pañales y lo que la gente necesite.

También consiguen medicamentos que importan del extranjero para mejorar la situación de los pequeños.

Quien quiera participar en esta bella iniciativa, puede llamar al +56971939767.

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