La historia del joven con síndrome de down que hizo su práctica en el CDA

"Chuteo fuerte, pero no pego patadas. Si lo hubiera hecho, altiro me echaban de la cancha". Así de "honesto" y chacotero fue Pablo Vásquez al recordar el momento en que fue invitado a entrenar con el primer equipo.

Sí, un detalle inolvidable pa' este joven de 23 años, que hasta ayer hizo su práctica en el área de prensa del CDA.

Su arribo se gestó gracias al Programa de Formación Socio-laboral para personas con discapacidad intelectual, elaborado por la U. Central.

Y así como Pablo, que tiene síndrome de Down, también llegó a la oficina técnica del fútbol formativo un cabro con memoria a corto plazo. Todo por la inclusión, pueh.

El punto es que por un rato el chiquillo dejó sus funciones, que van desde encender las luces de la sala de prensa hasta solicitar la firma de camisetas al plantel, pa' cumplir su sueño.

"Me sentí como un profesional, yo quería ser futbolista. Los más simpáticos son Jara, Beausjeour, la Gata y Briceño", explicó.

Pero ojo, que Pablo tiene aguante pa' regalar y lo que se propone, lo cumple. Así fue como logró actuar en la película "Alma" y grabó con Luis Jara un video clip.

"La canción se llama 'Invencible', estuvimos todo un día en eso. Es muy simpático, divertido. Me fascina, me gusta cantar sus canciones", indicó.

Fan de Lucho Jara

-A ver, ¿tu favorita?

-Me gusta "Mañana" y también "Ámame". ¿La canto? (interpreta durante un par de minutos). Sé que a Luis Jara lo pifiaron, fue algo desagradable, pero él es buena persona.

-En "Invencible" hay una historia de amor... ¿Tienes polola?

-Sí, se llama Valentina Carvajal, la amo tanto. Llevamos un año y cuatro meses. Me gustaría formar una familia y ser papá, pero sólo si ella quiere. No pienso obligarla.

-¿Que enseñanza se puede dar tras su paso por el club?

-Que todos podemos hacer cualquier cosa, tenemos capacidades. La familia es lo más importante, mis papás me enseñaron a manejarme solo, por ejemplo en el Metro. Sólo puedo decirle a otras personas que suelten a sus hijos, que los dejen hacer su vida. No hay que vivir en una burbuja.

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