Las carreras de drones llegaron a Chile para quedarse porque según sus participantes la experiencia que se vive es incomparable por la adrenalina que genera el asunto.

Y parecen tener razón, porque el controlador del dron usa unos lentes especiales que cubren toda la visión proyectando lo que observa la cámara del aparato, así que se genera una ilusión muy real de estar volando arriba del pequeño aparato.

Alejandro Gatica y su socio Ivo Zuffi son uno de los organizadores de las competencias que sábado por medio realizan en el Parque Padre Hurtado, de La Reina.

El “Jano” trabaja regularmente con drones porque realiza grabaciones aéreas para la empresa inmobiliaria en donde se gana los porotos, y hace cuatro meses se convirtió en pionero en el país de las competencias al crear “Drones de Carrera Chile”, imitando las que se realizan con gran éxito en Francia y EE.UU.

De todos los portes

"Hay unos drones chinos que son más baratos e incluyen el control, pero el que yo tengo me costó 400 mil pesos importarlo desde EE.UU., mide 25 centímetros en diagonal entre motor y motor, y tiene cuatro hélices", contó.

A la nave los pilotos deben agregarle un control y los fantásticos lentes que convierten la actividad en un deporte lleno de adrenalina, porque ponen al usuario como un piloto en primera persona que pasa por debajo de los pórticos que dan forma a la pista de 300 metros en donde pueden alcanzar hasta los 100  kilómetros por hora.

"Nos juntamos alrededor de 15 personas por vez, hasta ahora somos todos hombres pero hay mujeres interesadas y la edad de los participantes va de los 20 años hasta los 57", informó.

Gatica además aclaró que los competidores no requieren autorización de la Dirección General de Aeronáutica Civil para usar sus drones, porque pesan menos de 500 gramos, y según él no representan un peligro porque vuelan a baja altura y en un circuito demarcado.

"La gente siempre cuando los ve que andan grabando piensa en algo malo y la legislación los ve como peligrosos, pero nosotros hacemos todo ordenado y minimizamos los riesgos", explicó.

Adrenalina a full

Sobre el prometedor futuro que le ve a la actividad, dijo que “es la realidad virtual en su máxima expresión, por eso ha prendido tanto el tema. Uno termina cansado y con la adrenalina a full de carreras que duran cinco minutos. En EE.UU. está pasando que los cabros chicos venden sus consolas para comprar drones de carrera”

- ¿Tanto asíx?x

- Es como correr en un Formula 1, pero volando a ras de piso y viendo todo en primera persona (FPV: Fisrt person view). La sensación de estar piloteando es bien futurista y difícil de describir si no se ha experimentado. Nosotros queremos organizar los eventos con toda la seguridad necesaria para que no ocurran accidentes ni nada por el estilo.