Marcia Raimann Vera tenía 10 años cuando, mientras caminaba por una calle de Puerto Varas, fijó su atención en la portada del diario El Llanquihue.

La primera mujer carabinero en la historia de Chile sostenía en sus brazos a un pequeño de la Fundación Niño y Patria. La imagen llenó sus ojitos infantiles de sueños y esperanzas. "Voy a ser carabinera", decidió.

El tiempo ha pasado. Marcia Raimann lleva 33 años en la institución y fue ascendida a generala el jueves pasado, pero pasó a la historia por convertirse en la primera mujer carabinero en estar a cargo de una zona, la de Los Ríos, prefectura de Valdivia, donde sirve hace cuatro años.

"Cuando vi esa portada, mi vida cambió, pero el sueño no. Luego, al terminar mi enseñanza media, la opción se puso en mi camino porque llegó justo una capitana a ofrecer la posibilidad de postular a la Escuela. Me interesó muchísimo, al día siguiente compré mi prospecto, postulé y, bueno, aquí estoy", dice recordando el momento como si fuera ayer.

- ¿Cómo ha sido este tiempo de carabinera? Me imagino que no es un camino fácil.

- Una tiene una estrellita que va caminando al lado. En algunas situaciones he tenido problemas, pero nunca hay que decaer, siempre hay que ser fuerte, porque en la vida hay de dulce y de agraz.

- ¿Cuesta complementar su cargo con la familia?

- Claro que sí. Pero mi esposo y mis dos hijas se armaron de paciencia y me han dejado hacer mis cosas, pero siempre dejando tiempo para compartir con ellas. Cuando eran chiquititas era más complicado. No daban ganas de dejarlas solitas. Pero ahora están grandes y me han dicho que están orgullosas de mí.

- ¿Se imaginó el día que postuló que alguna vez llegaría a ser generala y ocupar un puesto tan importante?

- La verdad es que al principio los grados no tenían mucha importancia. A mí me gustaba el uniforme y el trabajo de los carabineros. Pero con el tiempo fui conociendo la institución y dándome cuenta de que hay que prepararse para tener un buen pasar y luego llegan las posibilidades de desempeñarse en funciones con más responsabilidad.

- Sabemos que es fanática de los caballos.

- Sí. En la Escuela de Carabineros participé en el curso de instructores y maestros de equitación. Me gustan los caballos porque soy del sur.

- ¿Usted le da un sello especial de mujer a su forma de mandar?

- Creo que siempre he buscado estrategias distintas, somos más acogedoras. A veces... Y siempre buscamos que nuestra relación jefe-subalterno nunca olvide que somos todos seres humanos.

Ramiro García S.