Crónica

La pulenta de los "cuicos-flaites": Son hijitos de papá, pero con autoestima por el suelo

"¡Yo soy un cuico-choro!" fue lo primero que se le escuchó a J.T.N.V. (15) al ingresar al Centro de Internación Provisoria de San Joaquín, luego de ser formalizado por el homicidio de Sergio Aguayo (18), ocurrido la madrugada del domingo 12 de este mes.

El sábado, en la "previa", el menor tomó unos tragos con su grupo de amigos apodados "Los Taluetas". Iba rumbo a un carrete cuando en avenida Las Condes con Tiziano se cruzó con el hermano de la modelo Titi Aguayo, a quien -según la fiscalía- hirió en la cabeza con un arma cortopunzante.

Aguayo cayó al piso y quedó botado una hora sin que nadie -el acusado, sus amigos o transeúntes- le prestaran auxilio. Llegó fallecido al hospital.

Al igual que J.T.N.V., muchos jóvenes de clase media alta del sector oriente de la capital se disfrazan con ropas marginales, de reggaetoneros o hiphoperos. Mascan el coa y hablan a garabato limpio. La mayoría toma alcohol los fines de semana y no faltan los que se agarran a combos o se comportan de forma violenta. Como en este país a todo se le pone chapa, ya se les conoce como los "cuicos-flaites" o los "cuicos picados a choro".

SHOOT

"M" (16) es un cabro reggaetonero que vive en un exclusivo barrio de Las Condes. Estudia en el colegio particular San Jorge de la misma comuna. Los fines de semana cambia su impecable uniforme escolar por unos anchos pantalones tres tallas más grande. Elige entre sus zapatillas con resortes Nike Shoot o sus "voladoras" Lacoste de cuero con caña, que valen más de 100 lucas, y luego se pone un polerón Fila que le llega a las rodillas. Se sube la capucha y se ajusta el jockey. ¡Está listo para la acción!

A través de internet acuerda con sus compipas en qué casa se juntarán para ponerse a tono con unos copetes. A medio filo, el piño se va a chupar al Paseo San Damián.

"A veces vamos a una disco. Ahí el loco que tiene 18 le saca el auto al papá. Pero en general carreteamos en plazas. Si faltan monedas, macheteamos", cuenta.

TRANQUI

Belén cursa segundo medio en el colegio San Francisco del Alba de Las Condes. La "Negrita" forma parte del grupo de "Las perversas", un piño de chiquillas ABC1 adictas al reggaeton y que vacilan con el ritmo california. La joven es amiga del piño "Orgullo de Las Condes", al que pertenecía Sergio Aguayo.

La morena cuenta que se conecta a internet con su amigas "para cachar dónde va a ser el carrete". Dice que algunos "cuicos-flaites" se juntan en la plaza San Enrique, en Lo Barnechea, pero ella no se considera una "cuica picá a chora".

"Conozco a varios cuicos. Más lo que hablan, pero al final no matan ni una mosca. Sólo quieren identificarse con algo. Es que sus papás no los pescan para nada. Por eso tratan de hablar como flaites, pero se les sale el acento cuico", asegura.

Dice que antes se vestía en Patronato, pero ahora va al "Apu" (Apumanque) o cualquier otro mall. "A los cuicos choros les compran la ropa en las tiendas. Zapatillas de 120 lucas, en cambio el flaite de verdad siempre tiene movidas y se consigue las mismas a 30".

"J" se junta en Escuela Militar. También es de un cole pagado. Dice que varias veces se ha agarrado con otros locos: "Hay agilaos terrible pollos. He dado y también cooperé. Una vez me reventaron una botella en la cabeza". Precisa que la diferencia entre un flaite y un cuico botado a choro es que el primero "compra la ropa y el otro se la roba".

Pablo (18) vive en Provi y dice que en la plaza de Pedro Valdivia con Bilbao se llena de cuicos picaos a choros, que siempre molestan por si alguien pica. "Se hacen los choros, pero jamás se cruzan con uno de verdad. La Pintana la cachan sólo por la tele y le pintan monos a la gente mayor. Cuando salen de la universidad se les pasa y vuelven a su vida de cuicos".

SOCIÓLOGO: "HAY CIERTO DESPRECIO Y ALGO DE RACISMO"

Rodrigo Larraín, sociólogo de la Universidad Central, dice que el cuico-flaite tiene condiciones económicas altas, pero no valores pirulos. "Es un cabro que no construye identidad en su grupo social de referencia. Los padres no han sido capaces de darle sentido o directrices de vida y por eso gasta el tiempo tomando hasta morir".

El académico aclara que el "fenómeno del abajismo" significa que el joven no quiere ser perdedor en su segmento y por eso busca otro: "Me visto como marginal y digo que no se metan conmigo". Es que es difícil ser exitoso. Algunos argumentan con la violencia, "aunque hay cierto desprecio, algo de racismo y de nazismo también".

"ES LA GÉNESIS DE LAS PANDILLAS"

El coronel (R) de Carabineros Pedro Valdivia laburó como jefe de Seguridad de Vitacura y dice que conoce muy bien el fenómeno del "cuico-flaite", antes de que saltara a la palestra debido al asesinato del joven Aguayo.

El ex uniformado contó que los fines de semana en esa comuna los cabros eran protagonistas de desórdenes, conducción en estado de ebriedad, ruidos molestos y consumo de alcohol en la vía pública.

"A través de internet se coordinaban para ir a fiestas gratuitas, como una de Los Dominicos donde llegaron como 500 jóvenes", señala.

Agrega que se juntan en grupos a los cuales suelen ponerles nombre."Ésta es la génesis de las pandillas, ya que beben, manejan ebrios y provocan riñas callejeras y agresiones", remata.

Ronald Henríquez M.

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